Un hombre de 48 años fue procesado por el asesinato de Martín Eduardo López, producido durante una pelea entre vecinos en agosto de 2009 en la zona oeste. La resolución fue dictada por el juez de Instrucción de la 8ª Nominación y confirmada por la sala penal en feria, que modificó la calificación legal del delito y determinó que la figura que corresponde imputar al acusado no es homicidio simple en calidad de autor sino homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Ahora el imputado –que se encuentra detenido– deberá enfrentar un juicio penal por la muerte de su vecino.
Según fuentes policiales, el hecho se produjo cerca de las 23 del 13 de agosto de 2009, cuando un vecino de Felipe Moré al 3800 se encontraba manipulando un arma de fuego en la vereda de su casa. En ese momento, quien iba a terminar siendo la víctima salió de su vivienda y le preguntó qué pasaba, a lo que el vecino, apodado Pacha, le contestó que no se metiera. López decidió hacer caso omiso a la recomendación y cruzó la calle para enfrentar al sujeto, pero Pacha comenzó a disparar, afirmó la pesquisa en su momento.
López recibió un tiro que ingresó delante de la oreja derecha y salió por detrás de la oreja izquierda y quedó tendido en el suelo; la víctima fue auxiliada por sus familiares hasta que llegó una ambulancia del Sies, que lo trasladó hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde falleció al día siguiente. Esa misma noche Pacha, quien fue identificado como José Eduardo M., fue detenido por el personal policial y puesto a disposición del juzgado de instrucción, aunque poco después recuperó la libertad.
Según explicaron distintos vecinos del barrio, entre la familia de la víctima y el acusado había rivalidades de vieja data, incluso un grupo de residentes del lugar acercó al juzgado una carta apoyando al acusado. Mientras que otras versiones sostuvieron que el verdadero autor del homicidio sería un familiar del acusado.
Pero con el correr de la instrucción, se reunieron elementos de prueba que el magistrado Juan José Pazos consideró suficientes para citar a indagatoria a Pacha. Pero el sospechoso no se presentó a la citación, por lo que el juzgado emitió una orden de captura en su contra. Pacha fue detenido el 22 de septiembre de ese año, luego de ser avistado por personal de la Brigada de Investigaciones en la esquina de avenida Provincias Unidas y Derqui, explicaron las pesquisas.
Durante la indagatoria, el hombre fue imputado de amenazar con un arma de fuego al hijo de 13 años de la víctima, darle un culatazo a la madre del chico y efectuarle a López un disparo en la cabeza cuando intentó retirar a su hijo del lugar. Acusación que el sospechoso negó. Pero el juez Pazos resolvió procesar al imputado al considerar que hay declaraciones de testigos presenciales que sindican al acusado como el autor material del crimen. Además, la prueba presentada por la defensa resultó contradictoria, lo que terminó siendo perjudicial para el imputado, explicó un vocero judicial.
No conforme con la decisión judicial, la defensa del acusado apeló el procesamiento y requirió “habilitación de feria”. Entre sus fundamentos, el letrado expresó que el crimen fue el desenlace de una cuestión conflictiva entre dos familias en un ambiente duro y que los testimonios en los que se basó el procesamiento son de familiares directos de la víctima, que están teñidos de parcialidad.
Pero los camaristas Adolfo Prunotto Laborde, Daniel Acosta y Oscar Puccinelli entendieron que este cuestionamiento de la defensa no modifica la resolución del juez instructor y que en la causa existen otros elementos probatorios que avalan las declaraciones de los testigos, que incriminan al acusado. Por lo que confirmaron el procesamiento de José Eduardo M, aunque bajo la calificación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y no de homicidio simple, como expresaba la resolución de primera instancia.
