Una relectura contemporánea del clásico de Luigi Pirandello El hombre de la flor en la boca, pieza escrita en un solo acto por el notable dramaturgo italiano dónde un hombre a punto de morir con una flor en la boca utiliza la conversación con un extranjero para realizar una reflexión metafísica acerca de la vida, su belleza y sus contradicciones, se presenta por estos días en la cartelera teatral rosarina en carácter de estreno.
Se trata de Una flor en la boca versión libre del clásico publicado en 1922 y estrenado al año siguiente que cuenta con el trabajo en escena del destacado actor Raúl Quico Saggini junto a Fabricio Leocata, bajo la dirección de Gustavo Maffei, que el año pasado formó parte de la celebración del 40° Aniversario de la Escuela Provincial de Teatro Ambrosio Morante.
Un hombre espera

Un hombre pierde el ómnibus por un minuto; lo ve alejarse en el camino. La espera que le sigue abre una serie de interrogantes mientras el tiempo pasa. Y así aparecen el gran interrogante: ¿Dónde está el sabor de la vida cuando alguien anda con la muerte encima?
Se trata del soliloquio de un hombre que busca claves para afrontar sus días (los últimos) con serenidad, fino humor, ironía y feroz crítica mediante “una propuesta escénica que, ante todo, es una celebración de lo humano”, adelantan desde el equipo creativo que se completa con el vestuario de Julia Eva Saggini.
“La obra original de Luigi Pirandello de la década del 20 del siglo pasado (L’uomo dal fiore in bocca) nos da la posibilidad, cien años después, de seguir reflexionando sobre temas fundamentales. Un hombre pierde el ómnibus, llega un minuto tarde y lo ve alejarse. El tiempo de espera del próximo ómnibus, es el tiempo que le sirve para reflexionar sobre su vida, imaginar otra y poder irse tranquilo de este mundo. La obra cuenta la experiencia personal de un hombre en relación con lo colectivo, mediante un relato que está atravesado por interrogantes contemporáneos. De hecho, prevalece el concepto que sostiene que cualquier hecho de la vida, por mínimo que sea, debe ser vivido hasta sus últimas consecuencias”, plantean.

Y en el mismo sentido, acercan finalmente una serie de apreciaciones estéticas: “La obra propone en escena a un actor solo, de traje negro y sombrero, portando paquetes de regalo. En el espacio hay solamente unos bancos, la iluminación de los distintos momentos del relato puntualizan recorridos y fragmentos del cuerpo, como las manos, el rostro, la espalda. Y nos valemos del expresionismo, buscando oponernos a la representación fehaciente de la realidad para reflejar una visión más subjetiva y estilizada del ser humano”.
Para agendar
Una flor en la boca se presenta este viernes 25 de julio, a partir de las 21 (con apertura del bar desde las 20), en el Cultural de Abajo (Entre Ríos 579). La reserva de entradas anticipadas es a través del +54-9- 341-5828532.