Finalmente, el tribunal integrado por los jueces Rafael Coria, Florentino Malaponte y Trinidad Chiabrera absolvió este viernes a los 5 policías imputados por la muerte de la docente y bibliotecaria María de los Ángeles Paris, ocurrida el 3 de mayo de 2017 en la comisaría 10 de la zona norte de Rosario. Los magistrados consideraron que a ninguno de los uniformados les cabe responsabilidad en el fallecimiento de la mujer, y que ese desenlace fue consecuencia de padecimientos de salud de la víctima.
Para los magistrados, Paris, que tenía 45 años cuando se extinguió su vida dentro de la seccional de barrio Alberdi, murió por una «arritmia» y que ésta fue «la evolución fatal de un cuadro previo». Agregaron que «fue víctima de una psicosis» y que no hubo en el juicio «evidencia de castigo ni maltrato» policial. Es más, aseguraron que «la intervención policial se mantuvo en el marco del deber».
El comisario Silvio Adrián Cortes y la suboficial Susana Beatriz Domínguez, ambos de 48 años, estaban imputados por homicidio preterintencional. Esto es, por tener la intención de agredir a la víctima y que ello derivó en un desenlace fatal. A los agentes que se encontraban junto a ellos en la comisaría, Damián Enrique Zalazar (46 años), Silvina Paola Gianotti (35) y Andrea Guadalupe Allovatti (36), les adjudicaban incumplimiento de deberes de funcionario público.
El juicio oral y público por la muerte de Paris comenzó el 17 de noviembre de 2025, tras varias postergaciones. Ocho años después de que muriera, esposada, en un cuarto de la comisaría ubicada en calle Darragueira al 1100.
Un intento de denuncia que terminó con su muerte

María de los Ángeles trabajaba como bibliotecaria en la escuela primaria del complejo Gurruchaga y en la Técnica 464 de Rosario. El 3 de mayo de 2017, policías de la comisaría 10 la ingresaron a la dependencia y allí murió en circunstancias confusas y luego de una saga que el juicio ventiló.
La Fiscalía planteó que esa noche, la mujer llegó a la seccional cerca de las 21, probablemente con la intención de formular una denuncia. La suboficial Allovatti declaró que «pudo observar que la víctima requería algún tipo de atención médica por su comportamiento, ya que no podía definir por qué estaba allí». Esa es la base de apoyo de la versión de los policías, según la cual el deceso fue consecuencia de problemas médicos de la víctima.
La acusación reconstruyó la compleja secuencia de aquellos momentos.

La fiscal del área de Violencia Institucional, Karina Bartocci, planteó que la bibliotecaria fue maltratada por el personal policial de la seccional 10ª, hasta provocarle la muerte. Durante las audiencias del juicio oral, sostuvo que alrededor de las 21 de ese día la docente se dirigió a la comisaria y fue recibida por la suboficial Allovatti, “quien pudo observar que requería algún tipo de atención médica por circunstancias en el comportamiento de la mujer, tales como no poder definir exactamente porqué se dirigió a la comisaría”.
Según la investigación, tras sentarse en la guardia y tomar un vaso con agua, la docente se retiró a las 21.30 «por sus propios medios». Y que se dirigió a la Funeraria Oeste, ubicada frente a la dependencia policial.
«Cinco minutos después, Paris volvió a ingresar a la comisaría, donde permaneció unos segundos y al salir se dirigió nuevamente a la Cochería Oeste. Aproximadamente a las 21.40 caminó por calle Darragueira hacia el sur hasta la intersección con calle Marull, donde intentó subir a un automóvil y correr por la calle», siguió la recreación de Fiscalía. Y agregó que en ese momento los agentes Zalazar y Gianotti la hicieron ascender a un móvil policial «y se dirigieron nuevamente a la seccional».
El fallo de este viernes, exculpatorio de todos los policías implicados, generó una fuerte reacción de la familia y las organizaciones de Derechos Humanos, que lo consideran un acto de impunidad y una convalidación de la versión policial. Reafiormaron que el caso es un claro ejemplo de violencia estatal.