Rosario, domingo 28 de diciembre de 2025
Search
Rosario, domingo 28 de diciembre de 2025

Sin barreras: se recibieron tres estudiantes que cursaron toda la carrera universitaria tras las rejas

Los graduados celebraron con otros 32 reclusos que recibieron diplomas por haber terminado distintos cursos de formación laboral. La propuesta es desarrollada por el Área de Derechos Humanos de la UNR, a través del trabajo de la Dirección Socioeducativa en Contextos de Encierro junto al Área de Extensión y Territorio UNR y su Escuela de Oficios
Sin barreras: se recibieron tres estudiantes que cursaron toda la carrera universitaria tras las rejas

A los 58 años Oscar se recibió de Técnico Universitario en Administración de Empresas. Se graduó junto con su hijo de la misma carrera que ambos empezaron y terminaron de cursar en la Unidad Penitenciaria N°3 donde están detenidos por la misma causa. En el acto de colación del pasado lunes 15, Omar recordó a su hija que hoy estudia Medicina y a su nieta que ingresó en Odontología cuando se enteraron que su padre había empezado una carrera universitaria en el penal. Oscar, su hijo y otro de los internos comparten un hecho inédito: empezar y terminar una carrera universitaria tras las rejas. Los graduados celebraron con otros 32 reclusos que recibieron diplomas por haber terminado distintos cursos de formación laboral. La propuesta es desarrollada por el Área de Derechos Humanos de la UNR, a través del trabajo de la Dirección Socioeducativa en Contextos de Encierro junto al Área de Extensión y Territorio UNR y su Escuela de Oficios. La iniciativa busca un doble objetivo: acompañar el trayecto durante el tiempo de encierro y brindar herramientas para el egreso. “Tienen herramientas para pensar ciertos saberes, el tránsito por la cárcel y reducir los daños que provoca el encierro porque el egreso siempre es muy complejo por los antecedentes y lo que socialmente se construye en torno a las personas”, contó a El Ciudadano María Chiponi, a cargo de la Dirección Socioeducativa en Contextos de Encierro, dentro del Área de Derechos Humanos del rectorado. 

El programa de educación en contextos de encierro se desarrolla desde hace más de 10 años durante los cuales se certificaron muchas trayectorias educativas de cursos de competencias específicas y escuelas de oficio. “Permitió profesionalizar muchos saberes en barbería y carpintería, por ejemplo. La UNR llegó con un aporte de profesionalizar y otorgar certificaciones”, agregó Chiponi, quien precisó que existen siete salas universitarias en las cárceles del sur de la provincia: “Ellos están solos en la sala, lo que implica mucha responsabilidad y compromiso con ese espacio, al tiempo que se busca distinguirlo de lo cotidiano de la cárcel”. 

Según Chiponi, la demanda de estudio es muy grande, pero las posibilidades son cada vez menos. El desfinanciamiento hacia las Universidades y proyectos dependientes del Ministerio de Educación que permitían, entre otras cosas, tutorías de pares y material de estudio, desaparecieron lo que generó un impacto negativo muy grande. En ese sentido, Chiponi destacó la decisión de las universidades de sostener este tipo de políticas aunque obligadas a repensar la estrategia pedagógica. 

“Pensar los procesos de formación en contextos de encierro implica un despliegue de docentes y de quienes coordinan las carreras, que se cursan de forma virtual y en salas universitarias. Articulamos con abogacía, psicología, enfermería y trabajo social. En el hacer vamos generando cuáles son los trayectos posibles de acompañar. Desarrollamos un dispositivo de acompañamiento específico donde apelamos a la creatividad y al sentido de la educación como transformadora en un contexto como la cárcel”, explicó. 

Para el ingreso a la universidad cuentan con un dispositivo de acompañamiento. “Muchos conocen la universidad en la cárcel. Terminaron el secundario ya detenidos y sus estudios previos a la detención fueron interrumpidos. Su vínculo con la educación es complejo e inestable. Desde el acompañamiento tratamos de encontrar en la educación un lugar posible”, destacó Chiponi. 

Las y los docentes que forman parte de las carreras enseñan en distintas modalidades, con acompañamientos presenciales o virtuales, talleres de lectura, escritura, clases de consulta, tutorías de pares de estudiantes y grupos de estudio entre las personas detenidas. En la sala universitaria tienen acceso al material necesario para la formación que constituye una práctica autónoma y colectiva. “Es un trabajo muy artesanal basado en la singularidad del estudiante”, agregó. 

Además, el equipo hace una entrevista pedagógica para evaluar las vocaciones. “El acompañamiento empieza desde la entrevista que supone reconstruir una vida formativa en función de los deseos y posibilidades. Buscamos lo mejor para el alumno y tratamos de armar un grupo de estudio. Además ayudamos a tramitar las cuestiones administrativas como el DNI o el analítico del secundario. Ahí se empieza a armar una trama y se forma un vínculo más allá del ingreso a una carrera universitaria”, explicó Chiponi. El equipo también trabaja con liberadas y liberados de las cárceles para que quienes pasaron por la experiencia del encierro puedan transmitirla a otros. 

“En Santa Fe y Argentina es una experiencia única a nivel mundial donde se disputa el sentido político de la universidad pública. Hay 29 universidades que tienen programas de intervención, en un sentido amplio, con instancias formativas con un doble objetivo: cómo diseñamos estrategias pedagógicas que acompañen a personas detenidas y liberadas durante el encierro y el post encierro”, señaló.

Chiponi destacó que la enseñanza implica además una política de seguridad. “Acceder al derecho a la educación supone una responsabilidad. En el actual contexto las políticas de seguridad se piensan siempre desde una respuesta punitiva. Pensamos que la educación también es construir seguridad pública y ciudadana desde el acceso a la cultura, al trabajo y a la responsabilidad de gozar de esos derechos”, agregó.

 

Otras graduaciones

Además de las carreras universitarias están las escuelas de oficios con disciplinas concretas y competencias específicas para acompañar trayectorias más cortas y brindar herramientas. En barbería y peluquería ya hubo 100 graduados. 

Este año llevaron adelante 5 cursos de formación articulados con la Escuela de Oficios del Área de Extensión y territorio: acompañante terapéutico, peluquería básica, auxiliar de asistente jurídico, asistente de recursos humanos y Excel inicial. Los cursos finalizaron con la entrega de 36 certificados a estudiantes privados de su libertad con el objetivo de seguir aportando herramientas que posibiliten el armado de proyectos formativos y laborales en el encierro y post encierro.

Además, hubo 21 graduados del “Taller de Sistematización de Experiencias de organización estudiantil en contextos de privación de libertad”, un curso virtual del que participaron estudiantes de la UP3 y UP12, co-organizado entre la UNR y la UNICEN.

Por último, otros 23 graduados del curso de competencias específicas “Psicología, Filosofía y Antropología”, dictado en la UP3 y UP 11, en articulación con la Facultad de Psicología.