La bellísima Natalie Portman ganó este domingo el Oscar a la Mejor Actriz por su composición de Nina en la película «Cisne Negro», en el que construye a una mujer reprimida, paranoica que se autoboicotea, en un trabajo notable.
En la cinta de Darren Aronofsky, Portman, quien está esperando a su primer hijo, elabora un rol con una gran carga psicológica pero también física, ya que debió tomar clases de ballet durante un año y entrenar cinco horas diarias.
La actriz de 30 años nacida en Israel y que con apenas 13 impresionó al mundo en la tierna «El perfecto asesino», de Luc Besson, ya había sido nominada a un Oscar aunque como Actriz de Reparto por su papel en «Closer».
En este caso Portman interpreta a Nina, una chica reprimida que roza la perfección en el baile, que cuando llega al rol de primera bailarina, se torna paranoica al imaginar conspiraciones en su contra.
En los últimos minutos de película, Portman lleva la bipolaridad a la máxima expresión al construir el perverso Cisne Negro de «Lago de los Cisnes», mientras se debate con su personalidad más sumisa y dubitativa.
La actriz, que a los once años interpretó a Mathilde en «El perfecto asesino» , está embarazada de siete meses y su comprometido es Benjamin Millepied, a quien conoció durante el rodaje de «El cisne negro» del director Darren Aronofsky, en la que ella es protagonista y él actúa como coreógrafo y bailarín.