Duros enfrentamientos armados que dejaron numerosos muertos se produjeron ayer en el este de Libia, donde la rebelión avanzó posiciones, y en el oeste, donde las fuerzas del coronel Muamar Gaddafi trataban de concluir una ofensiva para reconquistar la ciudad de Zawiya. En tanto, centenares de opositores salieron a las calles para exigir la renuncia del gobierno de Trípoli y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad leales al gobierno.
Los insurgentes que controlan el este avanzaron hacia el puerto petrolero de Ras Lanuf (a 600 kilómetros de Trípoli), donde los combates causaron “muchos muertos y heridos”, dijo a la AFP un médico de un hospital de Brega.
La ofensiva rebelde contra Ras Lanuf recibía refuerzos de Ajdabiya (a 200 kilómetros al este), desde donde partían decenas de vehículos con hombres armados con Kalashnikov, baterías antiaéreas y cañones.
“Ras Lanuf cayó. Está en nuestras manos”, clamaba Heizab, un miembro de las fuerzas de oposición en el puesto de control en la salida oeste de Ajdabiya.
Más prudente, otro combatiente, Yunis, señaló que por la tarde se registraban intensos combates en esa ciudad, en manos de las fuerzas leales a Gaddafi hasta el viernes.
Fuentes concordantes señalaron también que hubo “muchos” muertos en el ataque de los hombres de Gaddafi contra Zawiya (60 kilómetros al oeste de la capital).
Una periodista de la televisión británica Sky News presente en el lugar informó que la ciudad estaba rodeada por el ejército. La televisión oficial había dicho previamente que ya había caído, pero fuentes oficiales admitieron luego que quedaban “bolsones de resistencia”.
También en el frente oeste, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) indicó que la frontera de Libia con Túnez está controlada por las fuerzas de Gaddafi “fuertemente armadas”.
En Trípoli, la Policía dispersó con gases lacrimógenos a manifestantes que trataron de concentrarse tras la plegaria musulmana de los viernes.
La organización de las protestas se vio complicada por el corte de las conexiones a internet desde anteaayer. Las autoridades bloquearon además en los hoteles a los periodistas presentes en la capital.
Una fuente gubernamental resumió la situación, diciendo que el régimen controlaba el oeste del país, pero que el este era “problemático”.
El Acnur indicó que desde el inicio de la rebelión, el 15 de febrero, decenas de miles de personas huyeron de la violencia en Libia y sobreviven en condiciones precarias, y que 12.500 (la gran mayoría oriundas de Bangladesh) se hallan bloqueadas en la frontera tunecina.
Según datos de la ONU, la represión dejó unos mil muertos, aunque de acuerdo con una organización libia de defensa de los derechos humanos el número de víctimas suma más de 6.000.