El juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky resolvió esta tarde cerrar por “inexistencia de delito” la investigación por el avión de EEUU demorado en Ezeiza con armas y medicamentos no declarados.
Fuentes judiciales informaron que la medida adoptada por el magistrado fue tras recibir un informe detallado de la Aduana en el día de hoy, y luego de descartar que existió contrabando en el hecho que motivó conflicto diplomático entre nuestro país y los EE.UU.
Las fuentes consultadas confirmaron a ámbito.com que la Aduana, cumpliendo con la intimación que había hecho el magistrado la semana pasada bajo amenaza de cobrar una multa de $10 mil al organismo por cada día de demora, entregó un informe detallado del material incautado.
En el procedimiento de requisa del avión, que fue encabezado en persona por el canciller Héctor Timerman, se secuestraron cientos de armas entre las que había armas de puño, ametralladoras y otros elementos, se detectaron otras instrumentos que no lo estaban, como equipos de comunicación y remedios vencidos.
Los equipos de comunicación eran transportados en una valija que los militares estadounidenses se resistían a entregar. Exigían, al menos, que no sea abierta a cielo abierto ya que de esa forma los artefactos podían ser fotografiados por satélites espías.
Pero las autoridades argentinas hicieron caso omiso a la advertencia y abrieron la valija. En su interior se encontraron equipos para encriptar información y para que las fuerzas estadounidenses puedan comunicarse con sus superiores en EEUU. También había un sobre clasificado como “Top Secret”. Todo el material fue precintado y puesto bajo custodia.
Sin embargo, tal como anticipó Ámbito Financiero la semana pasada, para el juez no existe delito en esa acción de los militares estadounidenses por lo que en las próximas horas cerraría la causa.
Más de veinte testigos, la mayoría funcionarios de organismos como la Aduana y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. El material incautado es reclamado con insistencia por EEUU. Esta situación generó roces entre el Gobierno y la administración de Barack Obama. Ahora, el Gobierno deberá decidir si devuelve los elementos a la potencia del Norte o si los retiene en el país.
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