Tras el ataque, varias decenas de rebeldes a bordo de vehículos huían de Al Uqaila, situada en la línea del frente entre los insurgentes y las tropas leales a Gadafi, en dirección a la cercana ciudad de Brega.
Una espesa columna de humo se levantaba cerca de ese retén controlado por los insurgentes.
Seif al Islam Gadafi, uno de los hijos del coronel Gadafi, declaró este sábado que confiaba en una victoria de las tropas gubernamentales, afirmando en entrevistas a diarios italianos que ya habían reconquistado 90% del país.