Sirte, a medio camino entre Trípoli y Benghazi, es un trofeo largamente buscado por los sublevados desde que estallaron las revueltas a mediados de febrero, cuya conquista abriría el camino hacia la capital del país africano.
Fuentes opositoras informaron hoy que sus tropas ingresaron en el enclave «sin encontrar resistencia», pero un grupo de periodistas extranjeros reportados por el diario español El País, en su edición digital, pudieron constatar sobre el terreno que el control de la ciudad sigue en manos de Kaddafi.
Los sublevados aún están a varios kilómetros de su objetivo, pero avanzan a paso firme y en las últimas horas tomaron la ciudad de Nawfaliya, al Oeste de Bin Yuad y a 120 kilómetros del lugar de nacimiento del líder libio.
El control de Nawfaliya, consolidado hoy, se suma a la reconquista, ayer y anteayer, de las estratégicas Ras Lanuf, Brega y Ajdabiya, esta última emplazada 160 kilómetros al Sur de Benghazi, bastión rebelde y sede del Consejo Nacional.
Testigos reportados por la agencia de noticias Europa Press informaron de un intenso bombardeo en la carretera costera que lleva a Sirte, mientras la cadena árabe Al Yazira aseguró que las fuerzas de Kaddafi debieron retroceder y trasladar el frente a unos 30 kilómetros hacia el Oeste.
Más al Oeste, jets Tornado británicos destruyeron hoy temprano un depósito de armas de Kaddafi cerca a la ciudad de Sebha, en el desierto, informó hoy el Ministerio de Defensa británico en Londres.
Las armas destruidas estaban destinadas a atacar Misurata y otras ciudades del Norte en poder de los rebeldes, informó la agencia de noticias DPA.
Durante el fin de semana, las fuerzas británicas destruyeron 22 tanques y vehículos militares del régimen en la zona de Misurata y Ajdabiya, informó el Ministerio.
Desde entonces, las tropas de Kaddafi se replegaron hacia la zona costera al Este de Sirte, cuyo espacio aéreo es patrullado por los aviones británicos con otros miembros de la coalición internacional, informaron fuentes rebeldes.
Según Al Yazira, los rebeldes alcanzaron Wadi al Ahmar (Valle Rojo) al Oeste de Nofilia, que las tropas de Kaddafi sembraron de minas.
Además, se cree que en los altos de esa región están apostados efectivos de las fuerzas gubernamentales.
La coalición militar internacional volvió a atacar en la mañana de hoy a las tropas de Kaddafi en Sirte. En total se escucharon nueve explosiones, informaron fuentes de Trípoli.
Mientras, unos 200 soldados del líder libio se entregaron a los rebeldes en la ciudad petrolera de Jalu, unos 400 kilómetros al Sur de Benghazi, bastión opositor en el interior del país.
El fin de semana los ataques aéreos de las fuerzas aliadas contra soldados de Kaddafi en Ajdabiya, unos 160 kilómetros al Sur de Benghazi, dieran un giro al conflicto.
En tanto, hoy los gobiernos de Francia y Reino Unido pidieron a los seguidores de Kaddafi que abandonen al líder libio antes que «sea demasiado tarde», según un comunicado conjunto del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el premier británico, David Cameron, difundido hoy.
«Kaddafi debe irse de inmediato. Apelamos a sus seguidores a que lo abandonen antes de que sea demasiado tarde», señala el texto de los mandatarios que se mostraron satisfechos con el transcurso de las operaciones internacionales.
«Cientos de miles de personas pudieron ser salvadas de una catástrofe anunciada», señalaron respecto a la situación en el feudo rebelde de Benghazi, que estuvo a punto de ser asaltado por las fuerzas del régimen.
La OTAN, en tanto, que asumirá el mando operativo de todas las operaciones en Libia, señaló en un comunicado que protegerá «de forma imparcial» a todos los civiles sobre el terreno que estén «bajo amenaza de ataque».
Los embajadores de los 28 países que integran la alianza atlántica acordaron ayer que el organismo asuma el mando operativo de todas las operaciones en Libia para aplicar el embargo de armas y la zona de exclusión aérea, incluidos los ataques selectivos contra objetivos militares del régimen en tierra tras salvar las reticencias de Turquía y Francia.
