En el momento de la apertura no se encontraban en la sala ni Berlusconi ni la joven marroquí Karima El Mahroug, popularmente conocida como Ruby, por lo que el proceso debió ser interrumpido según reportó el diario La Republica citado por la agencia española Europa Press.
El juicio penal por procedimiento rápido continuará el 31 de mayo, cuando se constituyan las partes civiles.
Los tres jueces que presiden el tribunal declararon «en rebeldía» al mandatario, pese a que el primer ministro había enviado una carta a través de sus abogados en la cual explicaba que no se presentaría a la primera vista a causa de sus «compromisos institucionales».
Berlusconi se acoge así al decreto de «legítimo impedimento», que permite a los altos cargos no acudir a las vistas por incompatibilidad con los compromisos oficiales vinculados con su cargo, pese a que el Tribunal Constitucional italiano sentenció recientemente que debían ser los jueces ordinarios quienes decidieran si eran justificables estos compromisos.
El primer ministro italiano estará presente el 31 de mayo en la próxima vista del proceso interpuesto por la Fiscalía de Milán contra el mandatario, según anunció el abogado del Cavaliere, Piero Longo.
Longo tampoco se presentó ante los jueces, pero aseguró que estuvo en contacto con el mandatario después del juicio y que éste «no comentó nada» sobre el proceso, según informa el diario Corriere Della Sera.
Berlusconi estuvo representado por otro abogado, Giorgio Perroni, quien destacó que podría suspenderse el juicio a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el conflicto de competencias entre el Tribunal de Ministros y el Tribunal de Milán.
La Cámara de Diputados pidió ayer que fuera el Tribunal Constitucional quien decidiera sobre el conflicto de competencias entre el Tribunal de Ministros y el Tribunal de Milán, ya que el partido del Gobierno, Pueblo de la Libertad (PDL), presentó una petición en la cual establecía que la corte milanesa no tenía competencia para juzgar a Berlusconi.
Por su parte, la joven marroquí Kharima Ruby El Mahroug, principal protagonista del proceso, no se constituirá como parte ofendida en el mismo, según anunció su abogada, Paola Boccardi.
Boccardi indicó que Ruby decidió no constituirse como parte ofendida porque «sería reconocer que iba a la villa de Arcore a prostituirse», destacó que la joven «no iba a prostituirse sino a participar en las cenas» y aseguró que el daño que recibió la joven «fue mediático porque se la señaló por todo el mundo como prostituta».