Regina Mayer, una joven de 15 años de edad, de Laufen, el sur de Alemania, hace paseos con su vaca como si fuera un caballo de exhibición muy bien entrenado.
La joven siempre quiso su propio caballo, pero sus padres decían “no”, y desde que ella tenía un establo lleno de vacas a su disposición, Regina decidió que iba a tratar de montar una. Tras cientos de horas de entrenamiento y canastas de dulces, se las arregló para enseñar a Luna a saltar sobre los obstáculos de fabricación casera, al igual que un caballo de exhibición.
Regina recuerda que ella sabía que Luna fue especial desde que nació, hace tres años. El ternero llegó hasta ella, no era tímido, como la mayoría del ganado, y desarrollaron una amistad especial desde entonces.
Poco después del nacimiento de Luna en la propiedad de los Mayer en Laufen, una aldea cerca de la frontera con Austria, le colocaba unas riendas y la llevaba a pasear. Poco a poco, acostumbró al animal a tener contacto humano y a los equipos de equitación.
Tras seis meses, llegó el momento de ver cómo reaccionaba al peso de un jinete. Mayer se sentó en la montura y al comienzo todo anduvo bien. «Se portaba bien y caminaba normalmente», recordó Regina. «Pero después de unos metros quiso que desmontara. Era evidente que estaba enojada», agregó.
La rutina de Mayer incluye cepillar y mimar a la vaca, ensayar saltos y cabalgar durante una hora. «Es mucho trabajo, pero lo disfruto», sostuvo Regina.
Este cuadrúpedo es único, eso no cabe duda pero obviamente es mejor tener un caballo, lo que sí es un hecho es que los padres después de ver esto, seguro quedaron sorprendidos.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=3ZR641Heiu0[/youtube]