El delantero uruguayo Sebastián Abreu usó un botín negro y otro blanco en el partido que su equipo, Botafogo, perdió por 2-0 ante Flamengo por el Campeonato Carioca de fútbol, en el inicio de una campaña contra el racismo auspiciada por la firma Asics.
«Fútbol es Raza. Todas ellas», es el slogan de la campaña de la fábrica de calzado deportivo, y Abreu el futbolista elegido por su trascendencia mediática: «Loco 13», decían sus botines, en alusión a su apodo y al número de su camiseta.
Los jugadores de Botafogo y Flamengo, además, hicieron un minuto de silencio por la masacre ocurrida días atrás en una escuela de Realengo, en la zona Oeste de Río de Janeiro, cuando un tirador asesinó con un arma de fuego a 12 alumnos y luego se suicidó.
Botafogo entró con camisetas negras y los futbolistas del rojinegro con una bandera en solidaridad al hecho que sucedió la semana anterior.