Después de que docentes y trabajadores de ATE reclamaran el aumento en las partidas para los comedores y copa de leche, el Ministerio de Educación anunció ayer que incrementará la ración diaria, que ahora será de 3,05 pesos (2,35 correspondientes al aporte provincial y 0,70 provenientes de fondos nacionales), y la copa de leche a 0,95 centavos (0,80 correspondientes a aportes provinciales y 0,15 a fondos nacionales), a partir de de junio. Las más de 200 escuelas de la ciudad que cuentan con comedores recibirán un refuerzo presupuestario del 17,5 por ciento, y para el servicio de copa de leche el aumento será del 45,45 por ciento. De esta manera, el ministerio de Educación destinará un incremento presupuestario mensual de 3.525.081 pesos para la atención de ambos servicios.
Sin embargo, para los que día a día hacen malabares para darles de comer a los chicos “siempre es insuficiente”. El Ciudadano visitó la Escuela Nº 84 José Mármol, de Larrea y Vélez Sarsfield, en el noroeste de la ciudad. Allí asisten 380 alumnos y reciben la comida diariamente 345 chicos. Graciela Borghi es la ecónoma hace 36 años y hace “malabares para que alcance el dinero”. La mujer cuenta con un monto mensual aproximado, porque varía cada mes, de 43 mil pesos de comedor y 7 mil de copa de leche: “El año pasado fue muy duro porque no alcanzaba para la carne; darles milanesas era un lujo. Ahora que recibimos los refuerzos de la Nación pude terminar de pagar a los proveedores el mes de marzo”. Borghi logró con esfuerzo y ayuda de la cooperadora que cada chico se lleve un huevito de Pascua. Orgullosa comentó: “En realidad no deberíamos hacerlo, después vienen las supervisoras y se quejan, porque nos dicen cómo gastamos plata en eso, pero ¿cómo negarles un pequeño gusto a un chico?”.
“Es baja la calidad de la comida”
Carlos Martínez trabaja como ayudante de cocina y es delegado de ATE. Proviene de la vieja Cocina Centralizada y está codo a codo con la ecónoma y la nutricionista pensando en un menú mejor para los chicos.
“Nosotros, como trabajadores, vemos día a día cómo se deteriora la calidad de lo que les damos. Si te digo que les damos, por ejemplo, fideos con manteca, te miento, hace un montón que no compramos los paquetes grandes de manteca: les damos fideos con aceite, y así en todo. Lamentablemente es por lo precios que hay que pagar. La calidad de la carne no es la misma que hace dos años, lo mismo con el pan, las facturas… las latas de tomates vienen más aguadas. Hay un montón de cosas que dejamos de poner porque el dinero no alcanza. Si hacíamos salsa, antes poníamos un pimiento, perejil, más condimentos y eso ya no se da. No es que no estamos dando de comer, estamos dando de comer baja calidad”, relató indignado porque las partidas siempre llegan detrás de los aumentos.
El dirigente admite que la provincia paga en término y que los refuerzos de la Nación “llegan tarde, mal y nunca”. Y repone: “No sé si será porque no es una provincia afín al gobierno, pero aquí estamos hablando de darles de comer a los chicos”. La única escuela que recibió el refuerzo de la Nación en marzo fue la Nº 1276, de Rouillon y Seguí: las demás no recibieron nada.
“Tenemos que ir pateando la cosas para adelante con los proveedores, que están junto a nosotros pidiendo los aumentos porque ellos cobran atrasados. Cuando llega la plata del refuerzo se les compra otras cosas a los chicos, como frutas, yogurt, más banana, manzana o duraznos. Carne al horno hace dos o tres años que no damos, lo mismo nos pasa con el pollo. La ecónoma se maneja con los menúes de la manera que puede, haciendo guisos de arroz, pastas con salsa…”, señala Martínez.
También por más cargos
Respecto a la posibilidad de que la Legislatura trate en sesión especial el presupuesto para la designación de nuevos cargos, Martínez explicó que “hay escuelas con faltante de personal, o con un solo portero. La Escuela Toba tiene tres personas titularizadas y hay más de 300 pibes. El resto es ayuda de la cooperadora o club de madres. La escuela Nº 6018, de Barra y Seguí, tiene más de 1.200 raciones en su comedor y no dan abasto, ayudan porteros y docentes. Hay escuelas que no tienen ecónomas o hay cocineros pero no están los cargos creados; o no tienen celadores, que es fundamental en el trato con los chicos”, expresó el trabajador, quien, por último, aclaró que el comedor funciona todo el año.