Una idea increíble surgió en España. Ante la recesión, a Merche Laseca no se le ocurrió cosa mejor que abrir un gimnasio nudista. «Con la crisis nos dimos cuenta de que había menos gente que usa el gimnasio. Yo no soy nudista, aunque no tengo ningún problema con ello. Sin embargo, esta iniciativa se trata de dinero», explicó la mujer a BBC.
Antes de abrir el gimnasio se realizó una profunda indagación para saber si este local tendría éxito. Los resultados fueron positivos: el personal descubrió que en la zona ya existían doce piscinas que ofrecían populares sesiones mensuales para nudistas. Además, se enteraron de que en la localidad de Sopelana se realiza una carrera al desnudo muy concurrida, por lo que la empresa podría funcionar.
Laseca explicó que brindan toallas para los nudistas que acuden al gimnasio, con la finalidad de que los aparatos queden intactos luego de ser usados. Sin embargo, dueños de otros locales para ejercicios piensan que aceptar nudistas es «lo más antihigiénico del mundo».
Parece ser un pensamiento general, pues en la inauguración de ‘Easy Gym’ solo acudieron cuatro personas, pero Laseca tiene fe. Cree que a partir de mayo, cuando abran el gimnasio con regularidad los fines de semana, «la gente se animará». Mientras tanto, un profesor de yoga ya se sumó a la iniciativa y ofrecerá clases al desnudo.