La presidenta Cristina Fernández convocó ayer a “articular el diálogo” social entre la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación General del Trabajo (CGT) y el gobierno, con el objetivo de que el modelo económico “siga siendo ampliamente sustentable”. La convocatoria fue realizada durante el acto que encabezó en Casa de Gobierno, en el que presentó un proyecto de ley sobre tenencia de las tierras rurales. Cristina, tras adelantar que la semana que viene va a recibir a la flamante conducción de la UIA que encabeza José Ignacio de Mendiguren, dijo que también se va a reunir con la CGT.
De Mendiguren, por lo pronto, se manifestó “gratamente sorprendido” por la convocatoria y coincidió en la necesidad de “encontrar urgentes consensos para no perder esta oportunidad tan importante de mantener el nivel de crecimiento, y sobre todo, de desarrollo económico”.
En su discurso, transmitido por cadena nacional, Cristina alentó el diálogo “en el marco de las políticas con perspectivas y con proyección a futuro para seguir creciendo”. Y continuó: “La conflictividad no puede arruinarnos el modelo, no puede, como nos sucedió en la provincia de Santa Cruz, al sector empresario, perder luego de 24 días de huelga 300 millones de dólares”.
Detalló luego que el conflicto generó pérdidas por “103 millones de dólares en la actividad privada, 120 o 150 millones el Estado nacional en cobrar sus impuestos y también Santa Cruz, que perdió millones de dólares, ni siquiera por un reclamo salarial sino por una cuestión intrasindical”.
Cristina alentó “un replanteo por parte de todos nosotros acerca de cómo abordamos los problemas de conflicto social, de puja por la distribución del ingreso”. Señaló en este sentido que los empresarios “han tenido excelentes rentabilidades y entonces es necesario comprometer a los trabajadores en la obtención de mayor grado de rentabilidad, para poder mejorar entre todos el funcionamiento del modelo”.
“Todos tenemos que poner algo y seguir poniendo algo para que esto funcione; es imprescindible”, resumió Cristina. El ministro de Economía, Amado Boudou, evaluó en tanto que “la presidenta reafirmó la convicción de que hay que trabajar muy fuerte para que el modelo siga incluyendo argentinos”. Según el funcionario, instó a tener “una visión inteligente de las políticas que se llevan adelante”.
A su vez, De Mendiguren, también presente en el acto en Casa Rosada, sostuvo que hay que “consensuar, pero no cualquier cosa. Cosas que sean realizables. Y en eso es clave el diálogo”. El empresario dijo que “con la CGT, además de esa mesa donde se discuten salarios, condiciones de empleo, también hay que discutir lo que tiene que ver con la película del país, no sólo con la foto del día de hoy”.
“Cuando uno tiene esa visión conjunta de largo plazo con la CGT, entonces los problemas son más fáciles de resolver”, consideró el presidente de la UIA. Según De Mendiguren “no hay proyecto nacional viable, imaginable, sin una relación estrecha entre trabajadores y empresarios, lo cual no quiere decir que tengamos nuestras mesas de discusión, de disenso, porque es la lógica del funcionamiento de las convenciones colectivas”.
El industrial consideró “irrenunciable que tengamos una mesa estratégica con la CGT, que pensemos el largo plazo”, para ver “cómo compatibilizamos redistribución con inversión”. De Mendiguren agregó: “Además fue muy importante el llamado a bajar la conflictividad que hizo la presidenta”.
Esto permitirá “concretar los nuevos vínculos que el país debe generar entre el campo y la industria, entre capital y trabajo, entre el interior y los centros urbanos, que va a ser, creo, la obsesión de las cosas a las que tenemos que dedicarnos en los próximos años”, concluyó el flamante presidente de la UIA.
El encuentro motorizado por el gobierno se dará en medio de la puja salarial por las paritarias y de la pulseada con algunas empresas por la designación de directores estatales por parte de la Ansés. En tanto, la CGT recibió “muy bien” la convocatoria de la presidenta Cristina Fernández para reflotar el diálogo social y anticipó que llevará a la mesa de negociaciones su proyecto para repartir las ganancias de las empresas con los trabajadores.
Así lo aseguró Pablo Moyano, hijo del líder de la CGT, quien justificó la iniciativa al señalar que “las ganancias de los empresarios son fruto del esfuerzo de los trabajadores”. Moyano dijo que “desde hace tiempo se habla de este tema y creo que están dadas las condiciones para discutir la rentabilidad y las ganancias de las empresas”.