No debe haber en el fútbol actual una frase hecha más utilizada que: «Lo que vale es la actitud». Se utiliza tanto en el triunfo, como en las derrotas. Entrenadores, futbolistas y periodistas abusan de tan común expresión.
En ésta columna jamás se usó, pero es un buen momento para hacerlo. Referencia justo y sin vueltas el partido que le ganó Newell’s a Gimnasia, el ya lejano viernes y por 2 a 1.
Se puede destacar la intención de presionar bien arriba algo que intentó plasmar Javier Torrente con su equipo, en parte lo logró, pero quedó la impresión que el estado físico de los futbolistas no es el mejor.
Y eso conspiró contra la saludable intención. También debe puntualizarse que Rolando Schiavi volvió a ser él, patrón de la defensa en la cual el pibe Lema crece desde sus limitaciones, y para patear el penal con la jerarquía que lo caracteriza.
Pero por sobre todas las cuestiones individuales, lo que sí tuvo valor de bonus fue las ganas de ganar. De revertir la situación, de ir por ellos, cuando Guillermo marcó el uno a cero, por entonces injusto. Eso que muchos les llaman actitud, y es tan utilizada para justificar malas actuaciones. Esta vez, sí fue una demostración de coraje por superar una historia incómoda.
Y por el compromiso con el técnico, quien más allá de preocuparse por disponer de un plantel chiquito en talento, sabe que empezaron a apoyarlo. Respuesta fundamental para encarar lo que viene con mejor ánimo.