Un científico nuclear iraní de alto rango murió ayer en un atentado con bomba en Teherán. Se trataba de un hombre de excelente prestigio académico y, por ello, tanto el gobierno como la oposición reformista expresaron mantener lazos con él. En tanto, las autoridades iraníes atribuyeron el hecho a Estados Unidos y a Israel.
Masud Alí Mohammadi, profesor en la Universidad de Teherán, murió ayer al activarse a distancia una moto-bomba estacionada frente a su casa en un barrio del norte de la capital iraní, informó la agencia de noticias estatal Irna.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní acusó del atentado al “régimen sionista (en referencia a Israel) y a Estados Unidos”, según la televisión estatal. “Los primeros elementos de la investigación revelan signos de la maléfica acción del triángulo Estados Unidos, régimen sionista y sus mercenarios en este atentado terrorista”, declaró el portavoz, Ramin Mehmanparast. Según el funcionario, “estas acciones terroristas y la eliminación de sabios nucleares del país no afectarán desde luego al programa nuclear iraní, más bien lo acelerarán”.
En tanto que Estados Unidos rápidamente se desvinculó de las acusaciones. En Washington, Mark Toner, un portavoz de la diplomacia norteamericana, aseguró que “las acusaciones de implicación de Estados Unidos son absurdas”. Aunque sin especificar el por qué.
El científico asesinado era un “profesor especializado en materia de energía nuclear”, declaró por su parte el fiscal general de Teherán, Abbas Jafari Dolatabadi.
Los informes oficiales no indicaban si Mohammadi estaba vinculado al programa de desarrollo nuclear iraní, discutido por Estados Unidos, Israel y otras potencias occidentales, aunque sus colegas describieron al científico como “apolítico”.
“Era un prominente profesor, pero no una figura política. No tenía actividades políticas. Era un profesor de física mundialmente conocido que publicó varios libros”, afirmó Ali Maghari, que dirige la facultad de Ciencias en la Universidad de Teherán. El nombre de Mohammadi apareció en una lista de académicos que apoyaron al líder de la oposición Mir Hossein Musavi en las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, en la que el conservador Mahmud Ahmadinejad, fue reelecto para un segundo mandato.
En cambio, la televisión estatal iraní en árabe, Al Alam, identificó a Mohammadi como un profesor “hezbollahi”, un término utilizado para designar a quienes apoyan el régimen iraní.
“Este asesinato puede haber sido llevado a cabo por los hipócritas (los Mujaidines del Pueblo, grupo iraní de oposición en el exilio), o planeado por el régimen sionista”, dijo Al Alam. Un portavoz de los Mujaidines del Pueblo desmintió la implicación del grupo en el atentado, y calificó esa hipótesis de “mentira total”.
El atentado contra Mohammadi se produce en momentos en que Irán está amenazado de sanciones internacionales por su política nuclear, y en medio de una profunda crisis política que ya dejó un saldo de casi 40 muertos entre los manifestantes opositores.