“Palos porque bogas, palos porque no bogas”, dice el refrán que podría aplicarse, con poco margen de error, a los reproches que por estas horas está recibiendo el gobernador Hermes Binner desde distintos sectores del armado político nacional. Lo cierto es que a la manera de los viejos galeotes en los cuales está inspirado aquel dicho, Binner no deja de remar y remar en la propia interna de su partido, y, mientras tanto, los palos llegan en sintonía. Unos lo atacan porque se resiste a compartir el espacio opositor con Francisco de Narváez y Mauricio Macri; mientras que otros le reprochan que no termine de romper con la UCR y avance en el liderazgo de un espacio de centroizquierda. Un tercer sector, con más suavidad y desde el propio PS, destaca que el desgaste de la interna en la que se metió de lleno le impidió mayor proyección nacional (ver aparte).
“Binner no puede seguir especulando más con su indefinición”, dijeron ayer desde Proyecto Sur, angustiados ante la posibilidad de quedarse sin candidato presidencial, luego de que Pino Solanas decidiera candidatearse a jefe de Gobierno porteño.
“No se puede ser sectario”, plantearon desde el alfonsinismo frente al rechazo de Binner a la lista colectora de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
“Me da pena que tenga estas posiciones; y me quedé muy enojada con esto de decir que «el límite es tal»”, expresó ayer en su visita a la ciudad la diputada nacional del PRO, Gabriela Michetti, tomando las palabras que utilizó al mandatario provincial cuando salió a tomar distancia de Macri y de Francisco de Narváez.
Ante semejante catarata de reproches, y tironeado desde distintos sectores con intereses encontrados, Binner no se aparta de su objetivo inicial y, a todas luces, el más importante en su consideración: lograr que su candidato en la interna, el actual ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, triunfe en la primaria programada para el 22 de mayo.
Binner trazó la raya en la agenda y los mandó a todos a charlar después del 22 de mayo. Claro que, mientras tanto, los tiempos de la política nacional se contraponen con los intereses del gobernador y empiezan a caer las presiones para una definición tempranera.
Proyecto Sur
Proyecto Sur hace rato que clavó la cuña en el armado electoral que pergeñaban la UCR y el PS. Fortalecidos por la derrota del radicalismo en las elecciones de Catamarca volvieron a la carga y encontraron un gobernador con 11 de ganas, de 1 a 10, de liderar un espacio de centroizquierda. Sin embargo, pese a las ganas, Binner no quiere decidir nada por ahora y Proyecto Sur necesita una candidatura presidencial para fortalecer los armados territoriales.
Es por eso que el secretario general del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Alejandro Bodart, advirtió ayer que si Binner “sigue atado a la UCR, Proyecto Sur irá con fórmula presidencial propia” a las elecciones nacionales de octubre próximo.
“Binner no puede seguir especulando más con su indefinición”, atacó, y agregó: “Si de una vez por todas rompe con la UCR y confluye con nuestro Movimiento, que lidera (Fernando) Pino Solanas, la fórmula Binner-Alcira Argumedo sería muy buena”, opinó, “pero si sigue atado al viejo bipartidismo iremos con una fórmula propia del espacio, que estamos construyendo junto al juecismo (por el candidato a gobernador de Córdoba, Luis Juez), para la cual ya hay varios nombres de peso”, sostuvo el dirigente, que es miembro de la mesa nacional de Proyecto Sur.
Los ¿socios? radicales
Ricardo Alfonsín percibió antes que nadie que la alianza con el PS se complicaba tras el resultado en Catamarca. Y frente a la presión de Julio Cobos y Ernesto Sanz por establecer un acuerdo electoral amplio, resignó sus pruritos ideológicos, y se allanó a un acuerdo con Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires. Hay quienes dicen que algo parecido ocurriría, también a manera de lista colectora, con Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, Alfonsín no quiere perder por izquierda lo que consiguió por derecha y no se resigna a un rechazo del socialismo a esa estrategia electoral. Pretende convencer al gobernador de que son acuerdos distritales que no ponen en riesgo el proyecto nacional, y para eso ordenó que la semana próxima viaje a Santa Fe una delegación encabezada por el senador Gerardo Morales para dialogar con Binner sobre el futuro del frente progresista.
Mientras tanto, Miguel Bazze, presidente de la UCR bonaerense y uno de los principales operadores de Ricardo Alfonsín, calificó como “un error” el rechazo de Binner al acuerdo con De Narváez, e insistió con que, si se concreta un entendimiento con De Narváez, se remitirá “sólo a la provincia de Buenos Aires”.
Bazze pidió “no ser sectarios” y explicó que el radicalismo “no ha recibido ningún tipo de condicionamiento explícito de sus aliados”.
El propio Alfonsín recibió con preocupación los dichos de Binner desde una clínica de Entre Ríos donde se internó hasta el domingo para un tratamiento antitabáquico, dijeron fuentes partidarias.
Michetti en Rosario
En la visita que realizó ayer a la ciudad, donde llegó para acompañar en la campaña al candidato a gobernador Miguel del Sel, la diputada nacional del PRO, Gabriela Michetti, lamentó que el gobernador santafesino rechace de plano un eventual acuerdo con su sector. “Hay que sentarse a discutir los problemas de la Argentina”, dijo, y se manifestó “muy enojada con esto de decir que “el límite es tal”.
“Me da muchísima pena y frustración. Porque más allá de las diferencias hay una instancia previa, de sentarse a discutir los problemas de la Argentina”, abundó la referente del partido que lidera Macri, quien luego agregó: “Respeto mucho a Hermes y me da pena que tenga estas posiciones; me quedé muy enojada con esto de decir que «el límite es tal»”, expresó, parafraseando al mandatario provincial cuando salió a tomar distancia de Mauricio Macri y de Francisco de Narváez, opositores vinculados a la derecha.