Prefiere no imaginarse la película. Para que no lo desborde la ansiedad y el grito centenario se produzca de manera espontánea, natural. En el triunfazo 2-0 sobre San Martín en San Juan del pasado sábado, Leandro Armani llegó a los 99 goles y quedó a un paso de alcanzar las tres cifras como artillero en el fútbol argentino. Una marca a la que puede acceder en el partido que Tiro Federal disputará mañana a las 16.30 contra Belgrano en el Fortín de Ludueña, por la 32ª fecha de la B Nacional.
“No me puse a pensar en ningún festejo. Todavía no preparé nada. Ojalá pueda darse en el próximo partido y no se haga desear. Y más que nada que le sirva al equipo para quedarse con la victoria. Quiero jugar el partido con tranquilidad. Y si viene el gol número cien, bienvenido sea”, expresó el Beto Armani luego de la práctica matutina de ayer en Ludueña. Con 99 gritos en 200 encuentros entre Central Córdoba, Tiro Federal y Newell’s, lleva un promedio del 49 por ciento. Casi medio gol por encuentro para el casildense.
—¿Tratás de aislar ese pensamiento para no sentirte presionado?
—No sé si presión, pero a veces esa ansiedad por convertir enceguece. No hay que buscar el gol de cualquier manera. Tengo que estar tranquilo y jugar para el equipo, no para mi beneficio personal. Si llega lo voy a tomar con naturalidad.
—¿Hay que aprovechar el buen momento de Prichoda y Aparicio, y también el tuyo, para que sigan los goles?
—Seguro. Es fundamental la confianza. Y la tienen los jugadores más desequilibrantes del equipo. Ellos son jugadores que en el mano a mano desnivelan. Después estará en mí hacer los movimientos dentro del área para que metan la pelota y yo pueda llegar al gol. Hay que aprovechar este momento al máximo y no olvidarnos lo que hicimos ante San Martín en San Juan. Y saber que todavía falta mucho y no perder la confianza.
—No es fácil hacer cien goles en el fútbol argentino, ¿cuál es tu mérito?
—Yo creo que el tema también pasa por los compañeros. Antes de un gol hubo una jugada previa. Estos 99 goles también fueron obra de todos mis compañeros, en los distintos equipos que me tocó jugar. Cada uno puso su cuota y estoy agradecido por eso.
—Pero en el fútbol argentino hay muchos delanteros y pocos goleadores…
—Un goleador se diferencia de cualquier delantero cuando busca el espacio en el momento justo. Y conocer las virtudes de los compañeros que te rodean. Adónde te van a poner la pelota. Y mantener la tranquilidad a la hora de definir la jugada, cuando quedás solo con el arquero. Por ahí pasa la clave.
—Haciendo un repaso de tus 99 goles, ¿cuáles fueron los más importantes?
—Yo me quedo con los que hice cuando me tocó debutar en cada club. En Central Córdoba debuté entrando desde el banco. Fue un partido contra Deportivo Español, en el que ganamos 2-1 y me tocó hacer el segundo gol. Ese fue uno de los más importantes. Después en mi debut en Tiro Federal. No venía en una buena situación y tenía problemas con mi pase por un problema contractual con el club colombiano (NdR: Independiente Santa Fe de Bogotá). Estuve 13 fechas sin jugar. Entré y pude hacer el gol para que le ganáramos 1-0 a Ferro. Ese fue otro momento importante en mi carrera. Y después cuando me tocó hacer mi primer gol en primera división. Fue contra Gimnasia, en un 3-0 de Newell’s en el Coloso. Son tres recuerdos que llevaré grabados de por vida. Fueron los primeros en cada equipo y me sirvieron para darme confianza en mi trayectoria personal.
—¿El gol ante Boca en la Bombonera te dio más trascendencia en lo personal?
—Sí, también. Desde chico siempre lo soñé y cuando lo concreté fue algo increíble. Fue un momento muy lindo y emotivo en mi vida. Me quedó grabado para siempre. Pero por lo que significaron, sin dudas que me quedo con los otros tres goles.
—¿Qué compañeros te hicieron hacer más goles?
—En la primera etapa de Central Córdoba me entendía muy bien como Ezequiel Petrovelli. Y después tuve la suerte de compartir plantel con un amigo como Pablo Bezombe, en Córdoba y también en Tiro Federal. Otro compañero que me quedó marcado fue Facundo Castillón, quien me hizo hacer muchos goles con sus desbordes y centros. En Newell’s, los cuatro goles que convertí vinieron de cuatro asistencias del Gato (Mauro) Formica. No me quiero olvidar de ninguno. Todos mis compañeros hicieron lo posible para que yo llegara a este momento.
—Llegando a los 103 goles te vas a convertir en el máximo goleador del fútbol rosarino en los torneos de AFA, superando los 102 que anotó Víctor Rogelio Ramos en Newell’s.
—Sí, también me faltan cuatro goles para llegar a ese récord. Siempre me propuse metas en mi carrera. Ojalá que pueda superar esa marca y que sigan viniendo los goles. Pero lo que más deseo es que sirvan para que Tiro Federal pueda salir de esta situación.