Después del pedido que hizo la presidenta Cristina Fernández para que sindicalistas y empresarios bajen los decibeles en torno a las disputas laborales, referentes de la CGT indicaron ayer que las negociaciones entre gremios y empresas “tienen que ser más racionales”, aunque consideraron que las quejas de la jefa del Estado no estuvieron dirigidas a la central obrera.
“Yo preferiría que en lugar de apoyarme tanto pidiéndome para que sea presidenta, me apoyen de una manera más contundente sin necesidad de presiones o de hechos que crean demasiada conflictividad”, había dicho la mandataria en el marco de una reunión con la Came, que nuclea a la pequeña y mediana empresa, convocada a la ronda del denominado diálogo económico-social.
“Hace seis años que realizamos negociaciones y nunca se paralizó el país; nunca le hicimos un paro general”, subrayó Juan Carlos Schmid, dirigente de la CGT y titular del gremio de Dragado y Balizamiento. El sindicalista sostuvo que la presidenta está “planteando que, además de darle apoyo (para la reelección), se busque una mejor forma de armonía”.
Si bien Cristina repitió lo que venía diciendo en las reuniones anteriores que mantuvo por separado con referentes de la CGT, la CTA y la Unión Industrial, sobre la necesidad de que prime la “racionalidad” en la puja capital-trabajo, esta vez destacó que prefería los convenios colectivos para distribuir ganancias, antes que sea por ley como impulsa la CGT.
Por su parte, el diputado nacional por el Frente para la Victoria, Omar Plaini, sostuvo: “Debemos sentarnos con los empresarios para solucionar las cosas a través del diálogo”. Y argumentó: “Todos tenemos que poner una cuota de racionalidad y responsabilidad. El empresariado argentino ha vivido muy livianamente aprovechándose de todo”.
El gremialista judicial y hombre de la CGT, Julio Piumato, aseguró que “no hay tal presión sindical”, y agregó que “puede ser una apreciación de la presidenta y hay que respetarla”. “Fueron más los acuerdos que los desacuerdos. Los que tratan de darle una mirada distinta son los multimedios. La presidenta tiene que gobernar para todos los argentinos y nosotros tenemos que defender los derechos de los trabajadores”, destacó.
En tanto, los dirigentes gremiales Gerónimo Venegas (Uatre) y Pablo Micheli (ATE-CTA) coincidieron en criticar los dichos de la presidenta. “Para bajar el nivel de conflictividad, el gobierno debería tener políticas vinculadas al bienestar de empresas y trabajadores”, dijo el Mono Venegas en declaraciones a Radio Dos. “Es poco serio. Si no quiere que haya conflictividad, no para su reelección sino para que las cosas anden mejor en el país, que no tengamos que salir cada tres meses a armar un lío bárbaro y amenazar con paro”, indicó por su lado Micheli en una entrevista con la misma emisora.