En un discurso encendido, la presidente Cristina de Kirchner redobló su reto contra los sindicatos luego de que días atrás advirtiera al titular de la CGT, Hugo Moyano, por las amenazas de extremar las medidas de fuerza para llevar adelante los reclamos sindicales.
«No podemos ser rehenes de aquellos que por una determinada actividad pueden afectar al resto», bramó la Presidente desde el escenario montado en José C. Paz, tierra del intendente ultrakichnerista Mario Ishii.
En un mensaje directo a Moyano, la mandataria dijo que está «cansada de las hipocresías» y de los que «vivan el nombre de Cristina» pero «al otro día hacen lo contrario para que esto se derrumbe».
Además, reclamó «responsabilidad y madurez sobre todo de aquellos que comparten este modelo», y señaló que no quiere «ni explotación ni extorsión». En tanto, llamó a dejar de lado los enfrentamientos estériles.
«Sindicato deviene de solidaridad. No es sólo alguien que pide para si mismo, sino que mira el conjunto de la sociedad. Cuando se toman decisiones que afectan a la sociedad, dejan de ser sindicatos y pasan a ser corporaciones», lanzó.
Justamente, las palabras de Cristina llegan en el mismo momento que los petroleros acaban de lanzar un paro de actividad que amenaza con generar desabastecimiento de combustibles en todo el país.
El martes pasado, la Presidente había mandado otro misil teledirigiro a la CGT: «De repente, amenazan al resto de la sociedad que si no hacen tal cosa, pasa tal otra». La mención fue la reacción a dichos del Pablo Moyano, hijo del mandamás de la central obrera, que había lanzado la advertencia.
En otro pasaje de su discurso, Cristina aseguró que «la lealtad es moneda escasa, no cara». Pero uno de los puntos más trascendentes de su enunciación fue cuando se refirió a la búsqueda de su reelección y la «continuidad del modelo”.
Asimismo, la jefa de Estado advirtió que «quienes tienen tanto poder para torcer voluntades para que sea desprestigiado el modelo» que «no van a contar conmigo».
«Estoy haciendo un inmenso esfuerzo personal y hasta físico para seguir adelante, y en todo caso si hay algunos que creen que puede ser mejor otro modelo, que han tenido o tienen tanto poder para torcer voluntades para que sea desprestigiado, quiero decirles que conmigo no van a contar», afirmó la Presidente.
Además, criticó a «quienes no quieren jugarse a ser presidentes porque saben que no van a ganar» y comparó esa postura con la del fallecido Néstor Kirchner de quien dijo «se lanzaba a la batalla porque tenía ideas, convicciones y le importaba vivir y dar testimonio de esas convicciones.