Seis muertos y diez heridos dejaron ayer los ataques aéreos de la Otán contra el vasto complejo residencial del dirigente libio Muamar Gaddafi, en Trípoli, un día después de que los insurgentes rompieron el cerco de las tropas del régimen en Misurata (oeste).
“Hubo tres muertos aquí y tres muertos en otro sitio”, así como 10 heridos, declaró un responsable gubernamental, mostrando sacos de arena desperdigados junto a un cráter en una calle del sector de Bab al Azaziya, donde está el complejo residencial del coronel Gaddafi.
La madrugada de ayer cuatro explosiones se habían escuchado en esa misma zona. La víspera, una decena de misiles habían impactado Trípoli, bombardeada casi cada día por la Otán, que a fines de marzo asumió la dirección de las operaciones militares internacionales, bajo mandato de la ONU, destinadas a detener los ataques contra civiles.
Anteanoche la televisión estatal libia difundió imágenes del coronel Gaddafi en una reunión al final de la jornada. Son las primeras que se difunden desde un ataque aéreo de la Otán el 30 de abril, calificado por el régimen de tentativa de asesinarlo.
Un hijo de Gaddafi, Seif al Arab, y tres de los nietos del líder libio murieron en ese bombardeo.
En Misurata, tras dos meses de combates y el asedio de la ciudad, los rebeldes tomaron anteayer el aeropuerto, haciendo retroceder a los hombres de Gaddafi lo bastante lejos como para que la mayoría de la ciudad haya quedado fuera de alcance de sus cohetes.
Según Salah Badi, responsable de la ofensiva rebelde en la zona del aeropuerto, las fuerzas gubernamentales se reagruparon en Zliten, ciudad de 200.000 habitantes unos cincuenta kilómetros al oeste de Misurata.
Badi aseguró que los rebeldes, que ya han avanzado unos veinte kilómetros hacia Zliten, iban a concentrar ahora sus esfuerzos en ese frente, a lo largo de la ruta que va por la costa hasta Trípoli, unos 150 kilómetros al oeste de Zliten.
En el aeropuerto de Misurata las fuerzas de Gaddafi abandonaron tanques que fueron incendiados por los rebeldes.
En el este, al menos tres cohetes cayeron ayer en Ajdabiya, cruce estratégico en manos de los rebeldes 160 kilómetros al suroeste de Bengasi, “capital” de la zona controlada por la oposición, sin provocar víctimas. En esta zona, que en un momento fue muy disputada, proseguían los combates esporádicos y la línea del frente se desplaza regularmente entre Ajdabiya a la ciudad petrolera de Brega, en poder de las fuerzas leales a Gaddafi, 80 kilómetros más al oeste.