Vélez Sarsfield dio un gran paso hacia las semifinales de la Copa Libertadores de América, al vencer esta noche como local a Libertad, de Paraguay, por 3 a 0, en el encuentro de ida por los cuartos de final del certamen.
Los goles del partido, desarrollado en el estadio de Boca Juniors por la suspensión que pesa sobre el José Amalfitani, fueron obra de Maxi Moralez, a los 20 del período inicial, y de Juan Manuel Martínez, a los 30 y 35 del segundo, el primero de penal.
La revancha se jugará el miércoles de la próxima semana en Asunción, Paraguay; y el ganador de esta llave se medirá con el vencedor del cruce entre Peñarol de Montevideo, Uruguay, con Universidad Católica de Chile (2-0 en la ida para los uruguayos).
Vélez se apoderó de la pelota apenas iniciado el partido, pero no tuvo el volumen de juego que lo viene caracterizando y, así, no generó riesgo en proporción a su dominio frente al arco de Vargas.
Peor todavía, mostró algunas desatenciones en la defensa y Libertad, parado de contragolpe, sí creó un par de situaciones que no pudo definir: Pavlovich resolvió mal la suya y un buen cruce de Ortiz ahogó la que tuvo Manuel Maciel.
De todos modos, y aun en este marco, Vélez sacó diferencia: Augusto Fernández se escapó por la derecha, envió un centro al corazón del área y Maxi Morales, luego de que Juan Manuel Martínez no alcanzara a definir, puso el 1-0 de derecha.
Apenas eso mostraron los de Ricardo Gareca en la primera etapa, como si el cambio de localía afectara sus sentidos y les costara acomodarse a un hábitat ajeno (lo mismo que a sus hinchas, que dejaron muchos vacíos en las tribunas de la Bombonera).
No apareció David Ramírez; Martínez chocó, ciego e insistente, contra los defensores; Fernández apenas aportó aquel centro del gol (y Moralez sólo el gol); y Papa -el más acostumbrado a hacerlo- apareció poco por el lateral izquierdo.
Libertad, que al descanso se había ido cómodo con la desventaja mínima, empezó mejor el complemento, entró el ex River Rodrigo Rojas, le hicieron falta cerca del área de Vélez y Gamarra, encargado del tiro libre, sacó un remate bárbaro que se fue a centímetros del palo derecho del arco de Barovero.
A los 15, cuando el partido había caído en un pozo y, de tan equilibrado e impreciso, era puro aburrimiento, Gareca apeló al jugador del momento, Ricardo Alvarez. Entró por Ramírez y su sola presencia despertó la ilusión de compañeros e hinchas.
Y Alvarez estuvo a la altura: generó una situación muy clara para ampliar la ventaja (definió mal un mano a mano con Vargas tras una exquisita pared con Martínez) y le dio, con su talento, muchísima claridad al circuito ofensivo del equipo.
El que mejor lo aprovechó fue el propio Martínez, primero llevó la cuenta a dos con un tiro penal (tras una falta dudosa del arquero), la jugada que le abrió definitivamente un partido complicado; y más tarde a tres, también con complicidad de Vargas, con un derechazo luego de otra buena combinación con Alvarez.
Libertad buscó su gol, pero no lo encontró. Vélez, sin siquiera mostrar su mejor versión, irá la semana próxima a Paraguay con una ventaja de tres goles que se antoja decisiva y ya huele las semifinales de la Libertadores.
