La presidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo ayer un día de catarsis, en el que volvió a apuntar con dureza a la metodología de protesta de algunos sindicatos, amenazó elípticamente con no presentarse a la reelección y se quejó por el esfuerzo que debe hacer “para seguir adelante” en medio de las “hipocresías” que ubicó en el frente interno del kirchnerismo.
En un discurso pronunciado ayer, al dejar inaugurado un mercado concentrador en el gran Buenos Aires, Cristina pidió “responsabilidad y madurez” a quienes “comparten el modelo”, y criticó las “hipocresías” de aquellos que “vivan el nombre de Cristina pero al otro día hacen todo lo contrario”. Sobre los sindicatos, alertó que si se alejan de su rol se transforman en “corporaciones”.
En relación a un probable segundo mandato, dijo: “No me muero por seguir”, y reconoció que estaba haciendo “un inmenso esfuerzo personal y hasta físico para seguir adelante”. Como parte de su mal día, se acordó también de Mauricio Macri y Pino Solanas, bajados de sus aspiraciones presidenciales, a quienes les pidió “que se jueguen, aunque sepan que no pueden ganar”.
En un discurso descarnado y alejado de los formalismos, Cristina dejó traslucir sus sentimientos: “No estoy muerta por volver a ser presidenta. Yo ya dí todo lo que tenía que dar. No me van a correr. Quiero decirles que estoy haciendo un inmenso esfuerzo personal y hasta físico para seguir adelante. Esta humilde mujer ha dado mucho, hemos entregado mucho”, se sinceró. Y agregó: “Debemos comprender que un país no lo puede hacer solamente un presidente o presidenta. Se necesita de la responsabilidad y madurez, sobre todo de aquellos que comparten este modelo”.
“Quiero hablar con sinceridad. Estoy cansada de las hipocresías, de los que dicen ayudar y vivan el nombre de Cristina y al otro día hacen todo lo contrario, para que tenga problemas o se derrumbe todo. Es demasiado compañeros, son demasiadas las cosas que hemos puesto nosotros”, dijo la mandataria, visiblemente emocionada y al borde del llanto.
Ni explotación ni extorsión
Previamente, Cristina había señalado que no quería “ni la explotación ni la extorsión en Argentina, ni de un lado ni del otro”, en alusión a los grupos empresarios y sindicales, y pidió “vivir en una sociedad más racional”.
A los sectores económicos y empresariales “que tienen rentabilidad” les pidió que “mejoren las condiciones salariales y laborales de los trabajadores”, y advirtió que seguirá “luchando contra la explotación”.
A los sindicatos les pidió “ser solidarios con todos”, porque “cuando a una organización sindical solamente le impacta o le importa lo que le pasa a sus afiliados y, a partir de eso, toma actitudes que terminan perjudicando al conjunto de la sociedad, dejan de ser sindicatos para ser una corporación”.
“Veo que en los sectores que mejor están, que lograron buenos salarios, sus dirigentes nos someten a prácticas que les hacen mal a ellos mismos, no se dan cuenta que terminan desprestigiando al movimiento sindical, al cual es importante mantenerlo unido y organizado”, sostuvo.
“Siempre me van a tener del lado de los trabajadores –siguió–. Este no es un gobierno neutral, es un gobierno que quiere que siga mejorando el poder adquisitivo de los trabajadores, pero también sabe que hay que llegar a otros sectores y no podemos ser rehenes de cada actividad que puede afectar al resto de la sociedad”.
En ese marco, la mandataria puso como ejemplo la situación de Aerolíneas Argentinas y reiteró que sigue “apostando a una línea de bandera”, pero agregó que no se puede “seguir teniendo conflictividades que perjudican la imagen y sirven para dar tributo a un discurso que quiere que los servicios esenciales del país no estén en manos del Estado”.
Que se jueguen
En su día de catarsis, Cristina no se olvidó de los ex candidatos presidenciales Pino Solanas y Mauricio Macri, quienes finalmente se bajaron de la presidencial para competir por la Jefatura de Gobierno porteña: “No me molesta, es natural, es bueno que tengan ambiciones, pero que se jueguen aunque sepan que no pueden ganar. Porque parece que si no van de ganadores, no van”, dijo, y contrapuso esa idea a la figura del ex presidente fallecido, Néstor Kirchner, que “sin medir consecuencias se lanzaba a la batalla”.
Cristina también destacó los logros alcanzados en los últimos ocho años de su gestión y remarcó: “Miren el país que hemos construido. Pasamos del «que se vayan todos» a que miles y miles de jóvenes se incorporen a la política”.
En varios pasajes de su discurso, la mandataria recordó la figura del ex presidente Néstor Kirchner, tras lanzar el Plan de Abaratamiento para Minoristas y dejar inaugurado el mercado concentrador de esa localidad bonaerense, junto al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el intendente de José C.Paz, Mario Ishii, a quien agradeció su “lealtad, que es moneda escasa”.