El quinto “planeta enano” del sistema solar, Haumea, que brilla en el espacio más allá de la órbita de Neptuno, está cubierto de ordenados cristales de hielo gracias a la energía de elementos radiactivos y de la fuerza de marea, anunciaron ayer astrónomos europeos.
Este miniplaneta, con forma de pelota de rugby de 2.000 km de largo, gira muy rápido sobre su eje y completa una rotación en menos de cuatro horas.
Las tres cuartas partes de la superficie de Haumea y el total de la de Hiiaka, uno de sus satélites, están recubiertas de cristales bien ordenados de agua congelada, según las observaciones realizadas con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) instalado en Chile.
“Como los rayos solares destruyen constantemente la estructura cristalina de la superficie de hielo, se necesitan fuentes de energía para conservarla”, explica en un comunicado Benoît Carry, uno de los autores del estudio publicado en la revista científica Astronomy and Astrophysics.
Las fuerzas de marea entre Haumea y sus dos satélites, Hiiaka y Namaka, así como la presencia de elementos radiactivos (potasio-40, torio-232, uranio-238) en el interior del miniplaneta podrían ser la fuente de esa energía, según los investigadores.
Haumea –así se llama una diosa hawaiana de la fertilidad– al parecer colisionó con un objeto rocoso en los confines del sistema solar, dando así nacimiento a dos satélites (de 200 a 300 km de diámetro) bautizados con los nombres de las hijas de la diosa.
Según los astrónomos, esa colisión podría explicar la elevada velocidad de rotación del miniplaneta y su forma de balón de rugby.
Haumea, que orbita a más de 5.000 millones de kilómetros del Sol, en el llamado cinturón de Kuiper, es el quinto “planeta enano” del sistema solar, una nueva categoría creada en 2006 por la Unión Astronómica Internacional, en la que también fue incluido Plutón, anteriormente considerado un planeta total.