El delegado del Ministerio de Trabajo en Santiago del Estero, Alejandro Ducca, presentó una denuncia penal ante la Justicia federal por explotación a centenares de peones rurales estacionales y aseguró que guardias armados impidieron que el lugar fuera inspeccionado por la cartera laboral y por la Afip.
El lugar denunciado es la explotación agraria en el campo Las Corzuelas, de unas 9.000 hectáreas, cerca de Tintina, unos 200 kilómetros al noreste de la capital de Santiago del Estero.
Ducca informó además en el detallado escrito que junto con el responsable de la Afip en la provincia norteña, Ricardo Dib, y la jefa regional de ese organismo, Sara Leguizamón, más inspectores de la cartera laboral, se presentaron en el campo pero guardias armados a bordo de una camioneta les cerraron el paso y debieron retirarse ante su actitud amenazante.
El funcionario fue informado de la situación por dos peones que se escaparon del campo, Elías Barrazán y Juan Manuel Larrea, quienes contaron al funcionario que entre 500 y 600 trabajadores, muchos de ellos con sus familias (mujer e hijos chicos), estaban en el campo desde abril, adonde habían llegado desde distintos puntos de Santiago del Estero.
“Dormían y comían en el suelo, sin la mínima protección contra el clima o animales. Los alimentos eran vendidos por los empleadores a precios exorbitantes, la carne que les daban se pudría porque no tenían ninguna forma de conservación y les vendían las herramientas de trabajo –palas, hachas y machetes– a mucho mayor precio de lo que corresponde”, según denunciaron.
Cuando los funcionarios acudieron a constatar las denuncias fueron interceptados por las llamadas “guardias blancas” –conformadas por personas armadas contratadas por los empresarios rurales–, quienes con escopetas en la mano los intimaron a retirarse.