El lunes último, un joven fue víctima de un secuestro virtual y terminó lanzando una bolsa con dólares y pesos como parte del pago del rescate de su padre, a quien creía en poder de delincuentes que lo llamaron por teléfono. Recién se dio cuenta que todo fue una maniobra minutos después de tirar el dinero en una bolsa, que presume fue levantado por una persona, ya que cuando bajó a la calle, no halló nada. Una abogada que vive a pocas cuadras casi pasó a engrosar el listado de víctimas, pero se dio cuenta de la estafa y cortó la comunicación. Esta nueva modalidad delictiva ya lleva registrados 26 casos desde fines de marzo a esta fecha, confiaron fuentes judiciales.
La última estafa conocida ocurrió anteayer, y tuvo como víctima a un joven de entre 20 y 23 años que reside junto a sus padres en un departamento de avenida Pellegrini al 500. Según fuentes judiciales, el muchacho atendió el lunes una llamada telefónica que de entrada lo perturbó ya que del otro lado de la línea una persona se presentó diciendo que llamaba desde el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
El joven no se dio cuenta que estaba siendo engañado y en pocos instantes contestó las preguntas que del otro lado de la línea le hacía este supuesto empleado del Heca. De esta manera fue dando información que terminó por redondear la maniobra delictiva.
Voceros del caso explicaron que el supuesto empleado le informó al joven que su padre había sido herido durante un intento de asalto. Si bien le aclararon que estaba bien, le fueron pidiendo los datos de la obra social y otros detalles personales y luego le dieron un número de teléfono celular para que se comunicara con un policía, quien le iba a dar más datos.
Pero le pidieron que no cortara la comunicación, por lo que quedó preso de la estafa. Al llamar al celular, quien estaba del otro lado de la línea le dijo que su padre no estaba herido sino secuestrado y que para dejarlo en libertad tenía que juntar una importante suma de dinero. El joven dijo no poseer la suma pedida y tras tirar varias cifras, dijo que podía reunir tres mil dólares y unos cuatro mil pesos.
La cifra fue aceptada por los presuntos captores, quienes le dijeron al joven que pusiera el dinero en una bolsa y la lanzara por la ventana, y que no cortara la comunicación. El muchacho siguió las instrucciones al pie de la letra, según refirió en sede judicial, y tiró el dinero. Pero unos minutos después sospechó que pudo ser víctima de un engaño, aunque ya fue tarde. Cuando bajó no hallo el dinero, y luego supo que su padre estaba bien.
Un hecho similar tuvo como protagonista a una abogada que vive en Ayacucho al 1700, a quien quisieron estafar con la misma maniobra. Pero la mujer se dio cuenta del engaño y cortó la comunicación, agregaron los voceros.
La denuncia fue presentada en el Juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación, pero como no tiene autores identificados fue remitida a la Oficina Judicial de Causas con Imputados No Individualizados (NN), que lleva contabilizados al menos 26 casos (sumados los dos del lunes), registrados en departamentos del centro y macrocentro, aunque en su mayoría son tentativa de secuestros virtuales, ya que gran parte de las víctimas se dan cuenta de la maniobra y cortan la comunicación.
El último caso conocido ocurrió el pasado 6 de abril, cuando mediante la misma modalidad, un grupo compuesto por al menos tres personas se alzó con 160 mil pesos que una mujer arrojó desde un departamento ubicado en bulevar Oroño al 800, creyendo que tenían secuestrada a su hija.
