Lidia «Taty» Almeida, una de las referentes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y el dirigente kirchnerista Luis D’Elía se sumaron hoy al reclamo para que se investigue a Hebe de Bonafini, en medio del escándalo por el manejo de fondos públicos en la fundación que preside.
Almeida y D Elía subrayaron la necesidad de establecer qué responsabilidad le compete a Bonafini en el caso, mientras avanza la pesquisa judicial contra los hermanos Sergio y Pablo Schoklender por presunta defraudación al Estado y lavado de dinero.
Se sumaron así tanto a los dichos de la titular de Abuelas, Estela Carlotto, como del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quienes en las últimas horas también expresaron su preocupación por lo sucedido y marcaron sus diferencias con la titular de Madres.
A pesar de su cercanía con Bonafini, que lo llevó incluso a participar el jueves pasado de acto un su apoyo en la Plaza de Mayo, D Elía destacó que «ante la dimensión del tema hay que ver dónde terminan las responsabilidades de Schoklender y dónde empiezan las responsabilidades de Hebe».
«Hebe tendría que estar al tanto de algunas cosas que pasaron. Creo que se debe investigar hasta dónde llega su responsabilidad», afirmó el titular de la Federación de Tierra y Vivienda.
D’Elía alertó sobre la magnitud de los fondos que recibía la entidad -el Gobierno había acordado partidas por 1.200 millones de pesos para el programa «Sueños Compartidos»- y cuestionó con dureza el desempeño del ex apoderado de la asociación, Sergio Schoklender.
«Hace unos meses me vino a proponer construir casas y el requisito era que él retenía todo el dinero. Yo no tenía un trato cotidiano con él, uno veía una persona que su atención estaba permanentemente centrada en el dinero», indicó D’Elía.
También se refirió a los aviones que podrían ser propiedad de la empresa Meldorek, de la que el ex apoderado de Madres tendría el 90 por ciento de las acciones, y se preguntó si esas adquisiciones «no tuvieron nada que ver con el narcotráfico».
«Hebe también tiene que dar sus explicaciones», consideró el dirigente en declaraciones a Radio 10, en medio del escándalo por el presunto desvío de fondos públicos destinados -en principio- para la construcción de viviendas sociales.
Almeida, en tanto, también coincidió con el pedido para que «se investigue a la señora de Bonafini» y lanzó una dura crítica por la situación que enfrentan los organismos de derechos humanos: «Atrás de un pañuelo están los 30 mil (desaparecidos)… hay que saber llevar el pañuelo realmente».
«Por algún motivo nos separamos en 1986 y nuestra postura es que se investigue a la señora de Bonafini. La gente ya sabrá quién es quién», afirmó Almeida en un breve diálogo con Radio Del Plata.
En tanto, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Marta Vásquez, opinó que este escándalo «afecta a los 30 mil desaparecidos» que se registraron en el país durante la última dictadura militar.
Al mismo tiempo, consideró que las denuncias de corrupción que pesan sobre los Schoklender y salpican a la Fundación Madres de Plaza de Mayo pueden «empañar la política de derechos humanos que llevó adelante» el gobierno de Néstor Kirchner y el de Cristina Fernández.
«Estamos muy tristes porque creemos que este escándalo afecta a los 30 mil desaparecidos y a todos los organismos de derechos humanos», sostuvo Vásquez, que agregó que «ahora hay que esperar a que actúe la Justicia».
En declaraciones a un portal informativo, la dirigente aclaró de todos modos que Madres Línea Fundadora transita por «un camino distinto» al que recorre la entidad que preside Bonafini, más apegada a la gestión K, en sintonía con lo expresado en las últimas horas por la presidenta de Abuelas.