Las fuerzas rebeldes libias lanzaron ayer dos ofensivas en las ciudades de Brega y Al Zawiya que fueron repelidas por el Ejército del líder libio, Muamar Gaddafi, como consecuencia de lo cual al menos 4 personas fueron muertas y 65 heridas.
Tras semanas de letargo en el frente del este, unos 130 rebeldes lanzaron un ataque contra las tropas gubernamentales apostadas en una localidad cercana a Ajdabiya con la intención de alcanzar Brega, aunque sin éxito. “Nosotros atacamos primero y ellos nos lo han devuelto. Tenían más combatientes, así que ha sido una batalla muy dura”, dijo a la prensa Haithan Elgwei, un rebelde que resultó herido.
“Los bombardeos de la Otán estaban cubriéndonos, pero las tropas de Gaddafi lanzaron misiles y bombas de mortero desde las afueras de Brega”, relató Akram, otro herido, al tiempo que reiteró la intención de los rebeldes de avanzar hacia Trípoli.
Los médicos del hospital Al Jalá, ubicado en la ciudad de Bengasi, capital rebelde, aseguran que el de ayer fue uno de los días más intensos que vivieron desde que comenzara el conflicto, debido al elevado número de pacientes que atendieron. Por su parte, periodistas que viajaron a Al Zawiya acompañados de seguidores de Gaddafi, informaron desde Trípoli que ya no había signos de combates. En la plaza central de la ciudad ondeaba la bandera verde del régimen.
La insurgencia inició hace dos días un ataque sorpresa contra las tropas del ejército regular, “pero fueron derrotados tras algunas escaramuzas con el Ejército”, explicó el portavoz del gobierno Mussa Ibrahim.
Mientras tanto, los ministros alemanes de Exteriores, Guido Westerwelle, y de Desarrollo, Dirk Niebel, llegaron a Bengasi en una visita sorpresa. Allí, en el bastión rebelde, se reunieron con representantes del Consejo de Transición y abrieron una oficina para las relaciones con Alemania, después de que la embajada germana fuera cerrada en Trípoli a comienzos de marzo por motivos de seguridad. Además, prometieron doblar los medios destinados a la ayuda humanitaria al país a más de 15 millones de euros. “Nuestra visita a Bengasi muestra que Alemania es amigo y socio de las fuerzas democráticas en el país”, dijo Westerwelle.
Por su parte, el régimen libio rehusó toda discusión sobre una eventual partida del coronel Gaddafi. “No soy ni primer ministro, ni presidente, ni rey. No ocupo ningún cargo en Libia. Es por ello que no tengo que renunciar a ninguna función”, declaró anteayer Gaddafi, cuyas palabras fueron citadas por el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el ruso Kirsan Iliumjinov. Los dos hombres se reunieron en Trípoli y jugaron al ajedrez. La televisión libia transmitió las imágenes de la partida, mostrando a Gaddafi vestido con una “abaya” marrón y con anteojos oscuros.
El conflicto libio causó desde el pasado15 de febrero “entre 10.000 y 15.000” muertos, según la ONU, y obligó a huir a unas 952.000 personas, según la Organización Internacional para las Migraciones.