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Estiman que un 20% de los menores argentinos trabaja

Las tareas domésticas o el desempeño fuera del hogar inciden notoriamente en la asistencia a la escuela.

Casi el 20 por ciento de los menores de entre 5 y 17 años realiza algún tipo de trabajo, aunque en algunos centros urbanos del país como el Gran Tucumán el porcentaje se eleva a casi el 25 por ciento, según un informe privado difundido ayer.

“El universo de chicos que trabaja se divide en dos grupos: los que realizan actividades domésticas en forma intensiva (limpian, lavan, cuidan a los hermanos o hacen la comida todos los días), o actividades económicas (ayudan a sus familiares u otras personas en un trabajo, hacen alguna actividad para ganar dinero por su cuenta como empleado a aprendiz)”, señala el estudio.

Agrega que “existen contrastes según la edad: entre los 14 y los 17 años el promedio de chicos que trabajan es de 32,4 por ciento, mientras que entre los chicos de 5 y 13 años, ese número es del 10,6 por ciento”.

Estos datos corresponden al segundo semestre de 2010 y surgen del Observatorio de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), que midió a 6.000 hogares de todo el país.

El estudio reveló que el 17,6 por ciento de los niños argentinos de 5 a 17 años realiza algún tipo de trabajo, pero algunas regiones tienen peor realidad como en el Gran Tucumán, en donde llega al 24,6 por ciento.

La investigación resume datos referidos al trabajo infantil urbano en el país, quedando afuera la realidad de los chicos que trabajan en ámbitos rurales, donde la situación en general es más preocupante y donde se encuentran más a menudo casos de explotación laboral.

Entre los 5 y 17 años, período en que la escolarización es obligatoria, la no asistencia a la escuela alcanza a nivel nacional el 9,1 por ciento entre los niños y adolescentes trabajadores, mientras que entre los no realizan tareas es de 3,9 por ciento.

“La propensión a no asistir a la escuela es de más del doble entre los niños y adolescentes que trabajan. La situación más preocupante se da en los adolescentes: entre ellos, la no asistencia a la escuela es del 14 por ciento entre los trabajadores, frente al 8,6 por ciento de sus pares que no realizan tareas”, afirma el estudio.

Agrega que “las desigualdades son mayores cuando se trata de rezago educativo, esto es la probabilidad de repetir de grado u año y transitar el ciclo educativo con mayor edad que la correspondiente al año en curso”.

A nivel mundial, la situación sigue siendo gravísima: aún existen 218 millones de niños, niñas y adolescentes, de entre 5 y 17 años, que trabajan, de los cuales 190 millones realizan labores peligrosas y de ellos, 20 millones son latinoamericanos.

Sube y baja

“Sin embargo, no todas las noticias son malas: la evolución de los últimos años muestra que, en términos generales, el trabajo infantil urbano bajó en el ámbito nacional hasta llegar al 17,6 por ciento de promedio actual”, indica el informe de la UCA.

Las cifras de adolescentes de 14 a 17 años que realizan trabajo doméstico intensivo bajaron de 19,7 por ciento en 2007 a 16,6 por ciento en 2010.

Mientras, el “trabajo en actividad económica” descendió de 23,5 por ciento a 19,8 en el mismo período.

Por el contrario, entre los más pequeños (de 5 a 13 años), las cifras no son tan alentadoras, ya que en el primer tipo de trabajo (doméstico), la cifra bajó (de 4,3 por ciento a 3,7) pero en el segundo tipo de trabajo (actividad económica) prácticamente se duplicó (de 3,4 por ciento a 6,7).

En cuanto a la situación en las provincias, el cordón conocido como Gran Córdoba tiene mucho por plantearse y mejorar: es el segundo peor lugar de la Argentina para los chicos, ya que el 23,3 por ciento de los menores trabaja.

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