Según el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), en los hospitales de Rosario se trata un herido de mordedura canina seria por día. Aseguran que el 80 por ciento corresponden a niños. A fines de marzo, desde el hospital Vilela habían asegurado que llevaban atendidos 58 casos de niños afectados por mordeduras de perros y que la cifra se había incrementado desde 2007 en un 50 por ciento. Los números que al día de hoy se registran en los hospitales dan cuenta de que los casos siguen aumentando, ya que ascienden a un herido diario. “Nos hemos tomado el trabajo de legislar, concientizar y si bien extendimos el período antes de multar, no veo otro camino para que esto cambie. Se empezará a multar”, sentenció la directora del Imusa, Diana Bonifacio. La decisión se tomó a partir de un lamentable hecho, que ocurrió anteayer en la zona suroeste de la ciudad, cuando tres personas fueron heridas de gravedad –una fractura expuesta en una mano y la pérdida de labio inferior, en dos de los casos– por dos perros raza pitbull. Los costos de las sanciones, según las infracciones, van desde 150 a 1.500 pesos.
Tras el trágico episodio de anteayer en el que un hombre y dos mujeres sufrieron serias heridas en su cuerpo al tratar de separar una pelea entre perros en Chancay al 4200, en la zona suroeste de la ciudad, la directora del Imusa adelantó que si bien este es el caso masivamente público número 12, los hospitales en Rosario reciben por día una mordedura seria. “Un 80 por ciento de los ataques de perros a humanos son a niños y niñas en sus propios hogares”, explicó en diálogo con El Ciudadano la funcionaria.
”La palabra responsabilidad nos hace ruido en la cabeza como sociedad. Hace 4 años que con el Imusa estamos legislando, lanzando campañas de concientización, vacunación, esterilización, desparasitación y ahora, el Registro Único de Mascotas (RUM) en la que se hace hincapié en los Perros Potencialmente Peligrosos (PPP). Hemos legislado, pero no alcanza. Los PPP están en las manos de la gente, que debe saber cómo cuidarlos y proteger al resto de la comunidad”, reflexionó Bonifacio.
De acuerdo con la funcionaria, no todos los dueños de PPP son irresponsables. Sin embargo, Bonifacio indicó que la repartición junto con la ciudadanía debe continuar su trabajo para que se cumpla la ordenanza Nº 8.468, referida a la tenencia responsable de perros y, en particular de razas PPP. “Ya le pedimos a la Secretaría de Promoción Social municipal que pusieran un link en su sitio web más a mano para que los dueños de PPP puedan leer e interiorizarse de la ordenanza”, detalló.
Por último, la funcionaria instó a la ciudadanía a que ya todos los dueños de perros, ya sean potencialmente peligrosos o no, saquen a pasear a sus perros con collar, correa y en caso de ser necesario, bozal. “Rosario está a la vanguardia de muchas cosas pero no en la tenencia de animales. Espero que demuestren civismo y que puedan tener una mascota y a la vez ser solidarios con el prójimo”, concluyó.
Tarde de perros
Según fuentes policiales, anteayer a las 18.30, dos pitbull –una hembra (Paka) y un macho (Aron), de no más de 15 meses de edad–, a cuidado de Claudia Vega, de 43 años, salieron de su casa, ubicada en Chancay al 4200, para trabar una disputa callejera con otros perros. Vecinos del barrio, que prefirieron reservar su identidad, indicaron que la casa de Claudia, hija del folclorista y pionero del subgénero musical chamamé Gregorio de la Vega, posee, además de un patio delantero, otro trasero, en el que generalmente se encuentran los perros. Según precisaron, el hecho ocurrió alrededor de las 19, cuando por razones que se desconocen, la pareja de perros de Claudia salió de la protegida casa –rejas altas y oxidadas–, en la que no había ningún integrante de la familia. Al instante, los pitbulls habrían avalanzado sobre otros dos canes, que viven en la casa vecina. Tres vecinos, identificados como Ana Roldán, de 63 años, Estela Maris, de 73 años, y Sergio Tranquilo, de 43 años, intentaron separar a los canes en disputa. Fruto de interceder en la pelea, Estela Maris recibió heridas debajo del mentón, Ana, una fractura expuesta en su mano derecha, y Sergio perdió su labio inferior. En breve, personal de Defensa Civil se presentó, al igual que del Servicio Integral de Emergencias Sanitarias (Sies), que derivó a los heridos a distintos centros asistenciales de la ciudad. La denuncia fue radica en la comisaría 18ª, con jurisdicción en la zona del hecho mientras que personal de Defensa Civil trasladó a los perros al Instituto Municipal de Salud Animal, ubicado en Francia 1940. Según explicó Bonifacio, los perros involucrados se encuentran en observación antirrábica tal como indica la ley nacional en estos casos. Esta medida está orientada a cerciorarse de que los perros no hayan transmitido la enfermedad a los heridos, que deberían padecer el tratamiento antirrábico pertinente.
