El alejamiento de Rolando Schiavi obliga al cuerpo técnico y a la dirigencia de Newell’s a buscar un marcador central de experiencia. Como en los últimos recesos hay un nombre que se posicionó casi de inmediato: Sebastián Domínguez. Sin embargo, el defensor alejó la posibilidad de un regreso inmediato, pero no cerró del todo la puerta.
En una extensa charla con Fútbol y algo más por Radio del Plata Rosario, el Negro fue contundente: “Yo fui claro, los dirigentes conocen mi pensamiento, trato de no hablar demasiado para que no se malinterpreten algunas decisiones que puedo tomar porque no me parece justo que, como he escuchado a veces, hay que volver al club por el sólo hecho de ser hinchas. Y cuando las cosas no se piensan ni se buscan los momentos adecuados para tomar decisiones, no salen bien”.
“Obviamente mi cariño por el club sigue siendo el mismo desde los cinco años y no cambió nunca. Pero soy hincha de Newell’s. Volver a ser jugador en este momento de mi carrera no lo veo demasiado claro. No sé quién es el que habla ni cómo llega a salir mi nombre en los medios, pero en todos los mercados pasa lo mismo. Sería mucho más lindo que si en algún momento sucede, la cosa sea mucho más íntima y no tener a todo el mundo asediándome por si voy a volver a Newell’s”, amplió Domínguez.
El defensor contó que el 30 de este mes será jugador libre, pero que “con Vélez hubo acercamiento antes que termine el campeonato y hasta ahora no volvió a pasar nada”. Y agregó: “No me gusta que haya pasado tanto tiempo. Si bien le di la prioridad a Vélez, me parece injusto también para otros clubes que pueden tener interés en hablar conmigo tener que decirles que tengo que esperar qué quiere Vélez. Hace tres meses que vengo insistiendo en una solución, falta una semana para que quede libre y estoy especulando con lo que voy a hacer en mi futuro. No me gusta estar en esta situación, nos podríamos haber manejado de otra manera. Esperaré, pero si al 30 de junio no hubo acercamiento no me puedo quedar de brazos cruzados. Tengo que saber dónde voy a jugar”.
También explicó las razones que hoy lo alejan del Parque Independencia: “Cualquier cosa que diga se puede malinterpretar y no faltará el salame que diga que yo no quiero volver o que sólo me importa la guita. Económicamente, perdí más que lo que gané con Newell’s. Sí gané desde el sentimiento, en afecto, en cariño. Pero no pasa por una cuestión económica, tiene que ver con un momento deportivo mío, un buen momento familiar en Buenos Aires con mi familia muy establecida y mi mujer trabajando en una profesión en la que cuesta conseguir trabajo”. Y acotó: “En Rosario, cuando la cosa va bien es maravilloso, pero cuando está todo mal es una ciudad muy complicada. La verdad, no tengo ganas de que me tiren piedras en el auto con mi nena sentada atrás. Y no hablo por la gente de Newell’s, sino también por los de Central. No tengo ganas de vivir eso otra vez. Por eso la decisión pasa por muchas cosas. No es que quedo libre en una semana y en doce días ya estoy firmando de vuelta en Newell’s. Si fuese tan fácil, ya hubiese sucedido”, razonó.
Pero tampoco cerró “ninguna puerta y mucho menos la de Newell’s”. “Si tengo que retroceder en mis palabras y tomar otra decisión, lo hago. A veces uno dice muchas cosas y después termina pasando absolutamente lo contrario. Si aparece una propuesta, obviamente la voy a escuchar. Me gusta pensar que en algún momento puedo volver. No sé si es ahora o no. No digo que sí, pero tampoco que es imposible. Tengo una relación muy cercana con algunos dirigentes que están en el club. Cuando Newell’s tuvo que reestructurarse, necesitaron ayuda de todo tipo y yo estuve cerca”, cerró el Negro.
