Cualquier conductor de un vehículo sabe sobre lo cada vez más complicado que resulta cargar nafta en la ciudad. Algo que antes era un simple trámite que llevaba pocos minutos ahora se ha convertido en largas esperas detrás de colas de autos para llegar al surtidor. Por si fuera poco, en muchas ocasiones –especialmente los fines de semana– aparece el temido “no hay más combustible” de boca de los expendedores, lo que obliga a buscar otra playa. El desabastecimiento que viene sufriendo Rosario es algo que preocupa tanto a los propietarios de las estaciones de servicio como al gremio que nuclea a los trabajadores que cargan los combustibles. Esto hace que los primeros denuncien la presencia de tiempo “ocioso” en los empleados cuando se quedan sin nada que vender, lo que, aseguran, les provoca pérdidas económicas cada vez mayores. Los segundos, por su parte, temen la aparición de vacaciones o licencias forzadas y a la vez suman el tema de la inseguridad por lo que están manteniendo reuniones con la jerarquía policial buscando bajar el índice de asaltos.
El presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Daniel Giribone, remarcó que desde el sector están “evaluando seriamente alguna solución al tiempo ocioso” que trae el desabastecimiento de los combustibles en el trabajo de los empleados. “Estamos con los cupos a full de parte de todas las petroleras, tenemos productos pero los vendemos rápidamente y después tenemos el personal parado y la verdad que esto es perjudicial. Estamos sin vender pero los costos siguen avanzando”, se quejó.
“Nos tiene preocupado el tema del desabastecimiento, pero el tiempo ocioso es algo que estamos evaluando y viendo cómo lo podemos solucionar. Obviamente que esto es algo que tendremos que consensuar con el sindicato. Los fines de semana se complica el abastecimiento del combustible y los lunes hasta que se restablece se pone bastante complicado. Al no tener combustibles para vender no tenés ingresos. Los costos siguen sumándose y para muchos no queda otra alternativa que cerrar”, continuó quien también es titular de la Cámara de Estaciones de Servicio de Rosario (Cesgar).
Por su parte, el secretario general de la seccional local del Sindicato de los Empleados de Estaciones de Servicio, Ismael Marcón, también habló sobre las consecuencias de la falta de naftas. “Estamos conversando el tema del desabastecimiento y todo lo que eso significa para la actividad. Hemos hecho los contactos necesarios para que desde el gobierno nacional se garantice el combustible en Rosario, buscando una hendija que nos permite encontrarle una solución a este problema. Venimos viendo con preocupación este tema y todo lo que genera. Es algo que venimos denunciando desde hace tiempo sin tener una salida”, explicó.
Sobre si ante esta situación se teme el cierre de algunas estaciones, Marcón sostuvo que hablar de eso es “algo prematuro en lo inmediato”. “Lo que vemos es que pueden empezar a aparecer vacaciones o licencias anticipadas. El tema no es tanto la cuestión del tiempo ocioso sino los volúmenes mensuales que se están vendiendo. Eso resiente el negocio y hace que no se puedan pagar los salarios y demás cargas laborales en tiempo y forma por lo que termina perjudicado a trabajador”, afirmó.
Sobre los casos de inseguridad que afectan a los trabajadores de los surtidores, el sindicalista informó que a fines de la semana pasada mantuvieron una reunión con la plana mayor de la Policía local. “Estamos buscando alguna solución a los hechos de inseguridad que se viven en las estaciones de servicio. Acordamos volver a reunirnos para acordar formas de trabajo en conjunto. Lo que pedimos es una presencia mucho más firme de personal policial en las estaciones de servicio. Insistimos en el tema de las garitas, algo que nos parece una buena idea, y que sería bueno que se implementara. También planteamos que sería interesante establecer una relación más fluida con los comisarios de cada zona para que estos estén al tanto de lo que ocurre y se pueda establecer un sistema de vigilancia más adecuado”, señaló.
“Quedamos en volver a encontrarnos la semana que viene con las contrapropuestas de cada uno. Vemos que hay una gran cantidad de denuncias de robos a estaciones de servicio y también hay muchos casos donde la gente por temor no denuncia nada. La modalidad más frecuente sigue siendo el asalto con la moto. Nos parece que en este tema con la Policía sola no alcanza. El tema de las motos es realmente preocupante y por eso pensamos que la Municipalidad tendría que hacer controles más frecuentes en esa clase de vehículos”, concluyó.
