Dos trabajadores de un supermercado salvaron milagrosamente a un niño de tres años que se encontraba atorado en una unidad de aire acondicionado tras caer desde un balcón en Beijing, China.
El pequeño se había quedado solo unos minutos ya que sus padres habían salido y tras salir al balcón del bloque de viviendas donde vive, resbaló hacia fuera en el octavo piso. El aire acondicionado frenó su caída en el séptimo, aunque le redujo en demasía su espacio.
En las cercanías, dos trabajados de supermercados, Wang y Zhou, oyeron los gritos del niño y se acercaron para ayudarlo ingresando al edificio y buscándolo desde la ventana, justo cuando comenzaba a deslizarse al no poder soportar la estabilidad.