Escoltada por parte de su Gabinete y algunos funcionarios, Cristina de Kirchner ingresó pasadas las 18.30 al Grand Salón del hotel Four Season donde se desarrollaron durante dos días las Jornadas Monetarias y Bancarias organizadas por el Banco Central de la República Argentina. Allí la aguardaban un centenar de economistas, banqueros, presidentes de bancos centrales de la región y expositores internacionales. No temió ante ellos, expertos en el rubro, predecir el futuro de Grecia, criticar los planes para salvar la economía helénica y hasta poner en duda «la pretendida racionalidad de los economistas».
«La revisión de las teorías monetarias que se aplicaron fundamentalmente durante los años 90 y que en nuestro país implosionaron en el 2001 es uno de los ejercicios que siempre hemos hecho para explicar qué había pasado en la Argentina», afirmó la Presidente y de esta manera dio inicio a un discurso de más de media hora con el que culminó el evento. «El default venía incubándose desde mucho tiempo antes, en base a un país que suprimía puestos de trabajo y provocaba desigualdad», agregó antes de comparar el caso nacional con la actual crisis económica que atraviesa Grecia y que amenaza con contagiar a las economías más débiles de la Eurozona.
«Siempre la desigualdad fue abordada por los cuentistas sociales, era casi discurso de sociólogos y polìticos. Era difícil escuchar hablar a un economista de desigualdad», lanzó la mandataria en su primer intento de aleccionar a los presente, pero que justificó con uno de los principales temas que se trató durante el jueves y viernes en el hotel Four Seasons del centro porteño: «Política Monetaria y de Balance de Pagos, Reestructuración y Regulación Financiera: Hacia una Economía Sustentable y más Equitativa».
«La profundización de la desigualdad ha sido una de las causas de la crisis que hoy atraviesan las teorías que reinaron durante la década pasada», afirmó. Desde el escenario la escuchaban el ministro de Economía y candidato a vicepresidente Amado Boudou, la ministra de Industria, Débora Giorgi, la presidente del Banco Central Mercedes Marcó del Pont y el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli. En la primera fila, el titular de la Anses Diego Bossio y su par de la AFIP Ricardo Echegaray. Más atrás, la estrella económica de La Cámpora y expositor durante la primera jornada, Axel Kicillof.
La situación económica del Viejo Continente sirvió como ejemplo para el segundo llamado de atención. La mandataria criticó a los ejecutores de los planes para salvar a Grecia y reprochó no tomar como ejemplo el caso argentino.
«La reestructuración tarde o temprano vendrá en Grecia. Yo creo que están demorándola como también nos la demoraron a nosotros. Cuanto más se demore el abordaje del problema, más terrible van a ser las crisis«, vaticinó.
«Lo curioso es que habiendo visto a un enfermo con los mismos síntomas, se quiera aplicar el mismo remedio que mató el enfermo. Es lo que a mi me hace muchas veces dudar de la pretendida racionalidad de los economistas», disparó y puso en duda «si realmente hay tanta inteligencia».
• La discusión por el uso de reservas
Cristina de Kirchner se refirió también al uso de reservas para el pago de deuda que terminó a principios de 2010 con la polémica partida de Martín Redrado del Central y la llegada de Marcó del Pont. En ese marco, disparó contra quienes «especularon durante buena parte del 2009 para levantar el riesgo país y escarmentarnos» y hasta se permitió bromear con el caso de presunto abuso sexual que terminó con la partida del francés Dominique Strauss-Kahn del Fondo Monetario Internacional (hoy liberado y a punto de ser exonerado).
«Marcó del Pont asumió en medio de un vendaval, con gente atrincherada en el Central, que uno hoy lo toma a risa, pero le hizo daño al país», dijo al tiempo que calificó de «decisión lógica» utilizar parte de las reservas disponibles.
«Qué lógica tiene que un país tenga depósitos por el cual le pagan el 0.5% por año excedentes y tenga que salir al mercado de capitales que cobran tasas del 15% para pagar su deuda. Es tan ilógico como la patología y la enfermedad», afirmó.
En la misma línea, indicó: «No se necesitaba ser una economista heterodoxo o una presidenta audaz, bastaba con tener un poco de sentido común». La audiencia la escuchaba en silencio. A diferencia de otros actos, no hubo aplausos de elogio ni interrupciones durante toda la presentación.
«Hubo mucho barullo, pero finalmente se demostró a través de los números que realmente habíamos abordado el problema correctamente. Sorteamos la especulación permanente desde los grandes fondos buitres, de centros financieros, de consultoras de calificadores de riesgo», continuó. «Ya vemos cómo se crean rumores, operaciones políticas; hasta autoridades del
Fondo Monetario están sometidas», afirmó lo que provocó sonrisas entre los allí presentes.
Minutos antes quien también se había referido al tema había sido la misma Marcó del Pont. La titular de la entidad monetaria brindó sus conclusiones del evento antes del discurso de la Presidente donde destacó que «las reservas están para ser usadas». Semanas atrás, consultado sobre el pago de la deuda al Club de París, Boudou había sugerido que antes del fin del mandato de Cristina de Kirchner podrían concretarse las negociaciones.
