Está claro que se trata de una exageración que no resiste ninguna lógica, ni razón. Pero seguro que alguno de los que se comió un frío inolvidable en La Plata lo debe haber pensado. Ahora si se plantea la cosa desde otro punto de vista puede suponerse que Batista, más allá que termine ganando la Copa América, nunca debió ser nombrado como técnico de la Selección. El oro en los Olímpicos es un trofeo que luce bello, pero es insignificante. En realidad cualquier torneo con el que se choque con una limitación, sub17, sub20, sub23, es un campeonato menor. Al menos para una selección que supo ganar dos campeonatos mundiales de fútbol.
Volviendo al tema Batista, debe tratarse del técnico con menor hinchada. Quién recuerda al Checho como un ídolo, ya sea jugando o dirigiend0?. Notable volante central sin carisma, daba gusto verlo jugar, pero no emocionaba jamás. Y como DT, su carrera cuenta que dirigió un par de veces Argentinos, Chicago, All Boys, Talleres de Córdoba y Godoy Cruz. Poco y casi nada para llegar a ser técnico de la Argentina en fútbol. Pero siempre fue un hombre funcional a Don Julio (Grondona, yclaro) y eso vale mucho más que una vuelta olímpica.
Tema Tévez: Un horror. De principio al fin. Acá el Checho mostró que tiene menos cintura que Diego Maradona, algo que parecía imposible de suponer. Primero se mostró firme en una «supuesta» decisión suya de no convocarlo, y hasta dijo que privilegiaba el bienestar del grupo. Pero, con el tiempo no soportó el clamor popular y el ídolo de los humildes fue convocado. Y todavía hay más para este desopilante boletín, y contra Bolivia lo puso de titular, y como nueve. Haciendo que Messi se sintiese incómodo, ya que debió bajar hasta la poisición de doble cinco para entrar en contacto con pelota. Algo que solo un tipo inepto puede provocar, y Batista lo hizo. Por ahí puede entenderse el empate del debut ante Bolivia, un papelón.
No hay equipo, cualquiera que tenga a Messi se preocuparía por complacerlo, Por rodearlo y hacerlo jugar donde más cómodo se sienta. Y Batista lo tiene que hacer, sin vueltas. Di María también le marcó la cancha, por afuera es profundo y peligroso. Y si tiene que dejar a Tévez afuera, un individualista de enorme corazón pero que no sabe jugar en equipo, tendrá que hacerlo. Está a tiempo de corregir el ridículo del debut, y después los que decidan deberán pensar si éste hombre de tan escasos recursos puede dirigir (con éxito) en un Mundial.
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