Newell’s cerró ayer en Santa Fe su preparación futbolística de cara al arranque del Apertura al empatar 1-1 frente a Colón. La Lepra volvió a dejar la sensación de ser un equipo equilibrado y que se anima a intentar largos pasajes de tenencia de pelota, aplicando agresividad con la velocidad de sus delanteros. Sin embargo, y tal como sucedió en los anteriores amistosos, no logró mantener el nivel en la segunda parte y, aunque el Sabalero empató injustamente mediante un penal inventado, el Rojinegro sufrió una merma en su rendimiento.
El funcionamiento leproso en la primera parte sirvió para ratificar cuáles son las intenciones del equipo en el plano futbolístico: orden, tenencia, movilidad y velocidad en ataque.
La Lepra no sufrió contratiempos en defensa, al punto tal que la única acción de riesgo de Colón fue un tiro libre de Pablo Lima que obligó a una buena reacción de Sebastián Peratta. Después, Newell’s mantuvo el control del juego con movilidad para desmarcarse, con la impronta de Víctor Figueroa, la potencia de Mauricio Sperduti y el cambio de ritmo que propone Noir.
A los 14 minutos, el elenco rosarino abrió el marcador tras un arranque de Sperduti de derecha a izquierda y posterior centro atrás, que Figueroa culminó con un zurdazo ‘mordido’ pero eficaz. Newell’s tuvo otras dos chances claras: Noir, frente al arco, no pudo darle con firmeza tras una habilitación de Figueroa y, después, Vangioni la tiró por arriba luego de una cesión precisa de Lucas Bernardi.
El equipo que conduce Javier Torrente perdió algo de protagonismo en el complemento y si bien Colón prácticamente no lo inquietó, le quitó el control del juego. Y si lo empató fue gracias a un penal de Machuca inventado por el árbitro que Iván Moreno tradujo en gol sabalero.
Igualmente, Newell’s dejó en Santa Fe otra buena imagen. Ahora Torrente debe ajustar algunas piezas y hacer los últimos retoques para llegar al choque con Estudiantes en óptimas condiciones. Aunque el panorama, en la previa, resulta alentador.