El Congreso de Estados Unidos sepultó el fantasma de una cesación de pagos al aprobar finalmente el martes un paquete de recortes del déficit. Solo horas antes de que la autoridad de endeudamiento del Tesoro expirara, el Senado aprobó por 74 votos a 26 un difícil compromiso que eleva el techo de la deuda del Gobierno de 14,3 billones de dólares con la capacidad suficiente para ir más allá de las elecciones de noviembre del 2012.
Se espera que el presidente Barack Obama, que postulará a un segundo periodo el próximo año, firme inmediatamente el proyecto de ley para su promulgación, aunque sin ceremonias en la Casa Blanca. Su firma será la línea final de una amarga historia de conflicto político-partidista sobre la deuda y la estrategia para abordar el déficit que amenazó con el caos en los mercados financieros globales y afectó la estatura de Estados Unidos como la mayor superpotencia económica del mundo.
Hubo poco suspenso en todo caso con el resultado de la votación del Senado, controlado por el oficialismo demócrata.El proyecto despejó su mayor obstáculo en la noche del lunes, cuando la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, aprobó la medida pese a la ruidosa oposición del movimiento conservador Tea Party, que quería más recortes de gastos, y de los demócratas liberales, enfurecidos por la eventual reducción de los programas de ayuda social.
Sin embargo, se mantiene una profunda incertidumbre sobre si el acuerdo presupuestario será un freno suficiente a los déficits como para convencer a las agencias calificadoras, que han amenazado con rebajar la máxima nota crediticia «AAA» de Estados Unidos.
La primera agencia en reaccionar, Fitch Ratings, dijo que el acuerdo alcanzado el martes es consistente con la calificación «AAA» y es un paso en la dirección correcta. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo que esperaba que las agencias calificadoras hagan una «mirada cuidadosa» de la situación, aunque no estaba seguro si Estados Unidos sufriría una degradación. «No lo sé. Es difícil decirlo», admitió.
El alivio inicial de los mercados financieros por el fin de la polémica el lunes rápidamente se convirtió de nuevo el martes en preocupación por la debilidad de la economía estadounidense y el riesgo de que el acuerdo sea insuficiente para evitar una eventual rebaja en la calificación crediticia.
El plan eleva el actual techo de la deuda de 14,3 billones de dólares lo suficiente como para llegar hasta el 2013. Eso sí, exige recortes de gasto por 2,1 billones de dólares en 10 años y crea un comité del Congreso para que recomiende un paquete de reducción del déficit a fines de noviembre. Dos grandes agencias calificadoras han dicho que 4 billones de dólares en ahorros presupuestarios les permitirían confirmar la nota AAA al país. Una degradación de las calificadoras probablemente elevaría los costos de endeudamiento del país y dañaría a la economía