Agentes de varias reparticiones municipales comenzaron ayer con la desocupación de terrenos que habían sido tomados en un principio por unas 70 familias de distintos barrios a comienzos de este año. El desalojo, que se llevó a cabo de manera pacífica, se produjo en la zona de España y Circunvalación, en cercanías del barrioLa Granada. Allí, el ingreso de esas personas había motivado, en el mes de marzo, una presentación judicial realizada por las empresas contratistas que ejecutaban obras de infraestructura vial. Es que en esos terrenos de la zona sur se construía una de las futuras colectoras dela Circunvalación, trabajo que debió paralizarse ante la presencia de las familias. En el Ejecutivo local confían que a partir de ahora se podrán continuar esas obras con normalidad.
En contacto con este medio, el secretario de Gobierno municipal, Fernando Asegurado, expresó que de a poco ya se venían retirando algunas familias del lugar. El proceso comenzó hace unos tres meses, cuando se iniciaron las negociaciones con quienes se habían instalado en los terrenos de zona sur en marzo. Según el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Luis Baita, ayer quedaban unas 60 familias a la vera dela Circunvalaciónen su cruce con España. En el procedimiento de retiro de esos habitantes participaron distintas áreas operativas municipales, dependientes de esa cartera, con apoyo de maquinaria pesada: tractores que derribaron las casillas precarias que habían levantado los vecinos, para despejar el sector.
Asegurado explicó que el operativo de ayer culminó con el retiro de unas “30 familias”. “Queda aún un grupo más, que está ubicado cerca del casino (City Center)”, sostuvo el secretario de Gobierno municipal.
Las reubicaciones continuarán entre el lunes y el martes de la semana entrante. “La negociación en estos casos es muy lenta. Siempre es así. Tenés que ver la composición de cada grupo familiar. Muchos tienen parientes en la ciudad y se irán reubicando ahí hasta que tomen su lugar definitivo”, expresó el funcionario.
Asegurado relató que el conflicto se resolvió luego de que se concensuara con los ocupantes distintas propuestas. “A algunos se les otorgará materiales para ampliar la vivienda en la que estaban, que en muchos casos comparten con sus padres. Otros serán trasladados a otros lugares y se les brindará la posibilidad de que puedan armar su casa ahí, y también hay compromiso de dar solución con los planes de vivienda que lleva a cabo la ciudad, como el Rosario Hábitat, o algún otro de nivel provincial o nacional”, enumeró el funcionario.
La historia
En marzo de este año,la Unión Transitoriade Empresas (UTE) encargada de la realización de las tareas para la transformación de la avenida de Circunvalación –integrada por Benito Roggio e hijos y Rovella Carranza– elevó una denuncia antela Justiciafederal pidiendo el desalojo de los terrenos ocupados en el cruce de esa autovía con la calle España. Allí, una semana antes, se habían establecido los grupos de familias que reclamaban un espacio donde asentarse definitivamente.
Desde el Distrito 7º de Vialidad Nacional habían acompañado la presentación de la firma privada, argumentando que el asentamiento impedía la continuidad de las tareas, especialmente el avance en la construcción de la colectora para esa zona. “Si no hubiera hecho (la denuncia) la empresa contratista, tal como está obligada por contrato, la estaríamos haciendo nosotros”, había dejado en claro entonces a este diario Rafael Pretto, el titular de esa repartición nacional en la región. “Sabemos que estos procedimientos son bastante largos. Estamos ante una situación que es complicada, como la del desalojo, pero queremos que sea lo antes posible. Acá hay dos cosas: aparte de que hay terrenos nacionales que han sido ocupados, estas ocupaciones impiden también la continuación de las obras y eso no puede permitirse”, dijo en ese momento el funcionario nacional.
Por aquel entonces, la administración que encabeza Miguel Lifschitz había deslizado sospechas por la rapidez y la organización con que se movilizaron las personas que participaron de la usurpación.La Municipalidadtambién se mostró de acuerdo en ese momento con la judicialización (un mes después, en abril, el Ejecutivo también fue a los Tribunales) de la problemática. Y fue más allá para insistir en el nivel de organización que evidencian los ocupantes dejando entrever la sospecha de que no se trataría de una usurpación espontánea sino de una acción “fogoneada” por algunas organizaciones delictivas.
“La velocidad en que demarcaron los terrenos en un lugar donde se sabía que se iban a realizar obras de importancia, la velocidad con que se levantaron las casillas y el uso de materiales similares en cada una de ellas es algo que nos llama poderosamente la atención. Eso deja al descubierto un nivel de organización importante”, le había dicho a este medio Asegurado poco después de la ocupación.
Ayer, Baita recordó que en estas tomas siempre se juntan “la necesidad de la gente” y “quienes aprovechan” esto para actuar con malicia. Sin embargo, destacó que se habló y negoció con “todo el mundo” de igual manera para concluir con el retiro de la gente en paz.