Hace 20 años, el entonces secretario de Salud municipal, Hermes Binner, ponía en funcionamiento el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias. Desde entonces los profesionales que integraron e integran los equipos de trabajo del Sies han recibido quejas, acaso han cometido errores pero sin dudas han atravesado situaciones límite y, lo más importante, han salvado innumerables vidas. Con dos décadas cumplidas, durante todo el mes de agosto habrá distintas actividades que tienen que ver con la celebración pero también con el trabajo: el director del Sies, Juan Becerra, anunció que a la habitual línea 107 se le sumó el 930 para derivar casos menos complejos y además se pone en funcionamiento un sistema online que abarca todo el sur de la provincia, “donde se puede determinar qué efector tiene camas libres y saber rápidamente adónde derivar al paciente”. El Sies cuenta con 11 ambulancias y una moto sanitaria y tiene entre 180 y 190 trabajadores. “El 70 por ciento de ellos en la calle”, señala quien es responsable hace tres años de la Central y está hace ocho vinculado a la atención primaria. Las unidades cuentan con equipos de última generación, alarma de pánico y GPS, pero Becerra marca una situación que echa por tierra con el mito más difundido: “En muchos casos ingresamos a determinados barrios acompañados por la Policía, pero los casos de más violencia se nos presentaron en el centro de la ciudad”.
—¿Qué actividades están programadas durante el mes de agosto por el 20 aniversario?
—Comenzamos el mes con actividades en los distritos, la primera semana en el distrito Centro entregando material de folletería, donde se explica la prevención de la cadena de emergencia, un curso de voluntarios en emergencia sanitaria para inscribirse en cualquiera de los distritos. También haremos una jornada de concientización de accidentología; y el próximo sábado 27 la Isla de los Inventos nos festeja el cumpleaños y ese día los juegos tendrán una lógica con la salud, con alguna situación de prevención de accidentes y accidentes en el hogar. Va haber una ambulancia abierta para que los chicos junto a sus padres puedan subir y ver cada instrumento que se utiliza; habrá chicas disfrazadas de enfermeras que repartirán volantes, muñecos donde se podrá practicar reanimación y cómo actuar en las emergencias, y más.
—¿Con cuánto personal cuenta el Sies y con qué infraestructura?
—En el Sies trabajan entre 180 y 190 personas, con un crecimiento en presencia en la vía pública, en los últimos cinco años de casi un 70 por ciento. Contamos con 11 bases más un apostamiento de Unidad de Respuesta Inmediata, sin contar la flota de traslados, que absorbía la urgencia, la emergencia en la vía pública y los traslados interhospitalarios. Hoy aseguramos los traslados de efector a efector o de un domicilio a un efector cuando, por ejemplo, el paciente tiene que hacer una diálisis o una rehabilitación o controles periódicos por su patología, se realiza una grilla y se lo traslada en un móvil que no es de complejidad.
—¿Cuál es flujo de llamados que tienen?
—Teníamos una misma central telefónica, donde estaba el número gratuito del 107 de la emergencia y también ingresaban pedidos no tan urgentes. Ahora pudimos separarlos y por el 107 ingresan solamente los pedidos de auxilio, emergencias, urgencias y las consultas o casos menores se derivan al 930. Ingresan entre 1.300 y 1.500 llamadas cada 24 horas. Hay un 40 por ciento de llamadas falsas o en broma, gente que llama para pedir una pizza o insultar o pedir que vaya la telefonista a atenderlo… Y hay algunas llamadas falsas. Llegamos a tener hasta el 70 por ciento de llamadas entrantes falsas, pero se disminuyó notablemente. Por suerte las situaciones de emergencias son pocas en relación a las llamadas: hay muchas consultas y muchas urgencias potencialmente graves pero que no requieren de la presencia inmediata, como son los traumatismos.
— ¿Se realizan estadísticas?
—Vamos haciendo una estadística día por día y hora por hora. Eso nos indica, por ejemplo, que el comportamiento anual nos da que los meses de invierno es donde más se trabaja, donde además de todo lo que es la patología del trauma o accidentología se suma las patologías típicas de la estación: neumonías, hipertensiones, las gripes; en el verano hay otro pico. En la semana, los días miércoles hay un pico que se eleva los viernes por la tarde y se mantiene hasta el domingo a la mañana. Durante el día hay una curva con doble lomo con un pico entre las 10 de la mañana y hasta el mediodía y otro pico entre las 17 y las 20; ese es más o menos el comportamiento de la emergencia.
—¿Qué zonas de la ciudad son a las que más acuden?
—La mayoría de los accidentes en días laborales son en el centro de la ciudad, quizás no los más graves, pero tiene que ver con la gran cantidad de autos que se mueven. También la avenida Circunvalación como un lugar de mucha frecuencia de atención; el distrito Norte en verano, el distrito oeste por su dimensión, y también notamos que aumentaron mucho los accidentes en la zona sur.
—¿Hay algún trabajo conjunto con personal de Tránsito?
—Vamos a presentar en los primeros días de septiembre, junto con la provincia y otras áreas, la proyección de videos premiados internacionalmente, fuertes, sobre accidentología, para crear conciencia. Tránsito tiene unas campañas muy buenas, igual que ONGs vinculadas al tema, y nosotros desde el Sies tratamos de complementarlos. Tomamos todos los ejemplos de medidas de seguridad, desde el no uso del cinturón, el celular cuando manejamos, cómo colocar la sillita para los pequeños. Insisto: hay imágenes fuertes. Muchas veces criticamos el tema de los radares, lo primero que dice la gente es: “Mirá, los esconden, es con fin recaudatorio”. Ahora, si en el video mostramos qué ocurre si vamos a más de 60 kilómetros por hora… Ya a 63 kilómetros puede provocar la muerte y está probado. El tema de los celulares, es la cuarta infracción más común y todavía no está jerarquizada por los organismos de seguridad vial. Al menos, en el 33 por ciento de los accidentes, está involucrado un celular, aumentó el riesgo de producir un accidente hasta un 400 por ciento. Mandar un mensaje de texto, corto, lleva entre seis y ocho segundos. Si alguien va a 60 kilómetros y está escribiendo un mensajito, pasó toda la cuadra sin prestar atención… Vamos a tocar estos temas, con el fin de que quien vea el video diga: “Epa, mejor me estaciono”. También queremos dar inicio a una discusión de cómo se trabaja coordinadamente con otras áreas que no tienen que ver directamente con el tránsito. La EPE o Aguas Provinciales hace un arreglo en Ovidio Lagos entre Tucumán y Catamarca, por ejemplo, que en Ovidio Lagos entre Urquiza y Tucumán no haya otro corralito, porque se hace muy lento el flujo de tránsito.
—¿Cuál es rol de la moto sanitaria?
—Nos ha impactado positivamente la incorporación de una moto sanitaria, se mueve sobre todo en la zona del microcentro, donde el tránsito para que llegue la ambulancia demora un poco más. La moto va con todo lo necesario para llegar primero y se va comunicando con la ambulancia para describirle la situación y si no es de tanta gravedad, el móvil llega más tranquilo. La moto tiene la particularidad que lleva un cardiodesfribilador externo automático, que lo puede utilizar cualquier persona que reciba una capacitación básica. La moto nos permite llegar en el microcentro en horarios pico. Funciona hace cuatro años –el mes próximo sumamos otra– las estadísticas nos dan que en menos de cinco minutos la moto llega. Si hay un paro cardíaco en la peatonal, la moto incluso se mete entre la gente.
—¿Cuál es la relación de la gente con el personal del Sies?
—Hicimos un simulacro en Córdoba y San Martín. Nos pasó de gente que nos dijo que la ambulancia llegó tarde y es la subjetividad del que está esperando, donde un minuto le parece una hora. Estaba armado, porque lo que queríamos mostrar no eran los tiempos sino otra cosa, la moto llegó en poco más de un minuto y un testigo que estaba allí dijo: “Ni siquiera en la práctica llega rápido la ambulancia”. Y yo me reía porque la moto llegó en un minuto y medio y esa persona no sabía que la moto es parte del Sies. Mientras más complejo sea el tránsito en el centro, más protagonismo van a tener las motos sanitarias. La segunda moto estará más orientada a la zona oeste, que tiene sus trabas vehiculares.
—¿Benefició en algo al Sies cuando la provincia y el municipio pasaron a ser de un mismo signo político?
—El Sies es un sistema integrado entre municipio y provincia desde hace 20 años y con esta coincidencia política que tenemos, se diseñó un sistema informático y de despacho a partir de la experiencia del Sies y que se pudiera implementar más allá de Rosario. Hoy, por ejemplo contamos con un sistema on line con todo el nodo Rosario y Venado Tuerto que nos permite saber exactamente adónde derivar un paciente.
—¿Cómo enfrentan la situaciones cuando les toca ir a barrios “complicados”?
—Hemos tenido más situaciones de violencia en el microcentro de la ciudad que en los barrios que uno apriori puede prejuzgarlos como más peligrosos. En barrio Echesortu o en La Florida también hemos tenido malas experiencias. Tratamos de estar cambiando el lugar potencialmente peligroso por la situación potencialmente peligrosa. Un ejemplo: nos activan un pedido por una riña callejera. Tucumán y Mitre, zona de boliches, llama el amigo de uno, situación caótica, no es claro y cuando llegamos no es un escenario seguro, todavía no está resuelta la riña. Y a lo mejor recibimos una llamada de un barrio periférico, donde un abuelo tiene una dificultad respiratoria a las 3 de la mañana y muchas veces los vecinos o familiares nos dicen: “Nosotros los vamos a esperar, les cuidamos la ambulancia”. Es cierto que en algunos lugares entramos con precaución o coordinados con la Policía, con el 911. La calle no es un lugar cómodo y hay un nivel de violencia muy alto: la violencia que recibe el trabajador de emergencia es permanente. Las situaciones de emergencia y criticidad despiertan lo peor de cualquier persona y eso el trabajador de esta área lo tiene que saber para no echar leña al fuego y tener acciones oportunas para esto. Hay que saber contener, hay que saber entender, o en la forma que el médico baja del vehículo: si lo hace con la ambulancia en movimiento, rápido, para un familiar no es lo mismo que si el médico se toma su tiempo. Son apariencias, pero hay que tenerlas, son parte de la atención. Como saber escuchar y a veces tragarse otras situaciones…