Mauricio Macri ya le puso plazo al silencio político al que se entregó –desde su llegada de vacaciones y tras eludir las elecciones primarias del 14 de agosto– y hasta prepara salidas de campaña, pero dosificadas, para los comicios de octubre próximo. Como en el arte (y ciencia) de la homeopatía, pequeñas dosis en zonas bien elegidas.
Sobre cuál será la mejor posición del PRO, con respecto a los resultados del último cuarto oscuro, el jefe de Gobierno porteño escucha consejos, como que siga callado o que se pronuncie a favor de una fórmula.
Macri está dispuesto a dar opiniones en las próximas horas, más aún cuando el titular del bloque de sus diputados, Federico Pinedo, salió con la propuesta, la semana pasada, de conciliar una sola lista opositora al kirchnerismo, lo que a esta altura legalmente ya no es posible. Era la idea del propio Macri antes de definir su candidatura porteña y sobre eso marchará el mandatario dela Capital Federal, pero como una posibilidad para otra contienda. Ahora, hacia las elecciones generales de octubre, el jefe de Gobierno reelecto animará a los perdedores de las primarias para que no abandonen la boleta en el camino a lograr mayor cantidad de bancas en el Congreso y en las legislaturas provinciales.
En ese sentido, Macri no se alejará de la campaña electoral como lo hizo con las primarias, pero no habrá actividades generales del PRO donde él participe. La idea de los macristas es que sólo habrá apoyo puntual del mandatario, como dosis homeopáticas, hacia algunos postulantes del PRO. Entre ellos buscarán reforzar las chances de Jorge Macri en Vicente López, provincia de Buenos Aires, quien superó en las primarias al histórico intendente Enrique “Japonés” García. Entre otros, los beneficiarios de la cuota de campaña que donará Macri al PRO serán el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, aun cuando su candidatura a intendente de Lanús no alcanzó el 10 por ciento, y el diputado Pinedo, que consiguió provocar un corte de boletas a su favor del 16 por ciento enla Ciudadde Buenos Aires.
No habrá candidato a presidente, como ocurrió el domingo de primarias, y ya ni siquiera piensa Macri sentarse con cada uno de los postulantes para hablar de propuestas y ver si se define por una boleta que reemplace la falta de fórmula del PRO. Es que los resultados, que no consiguieron colocar a ningún opositor en posición destacable contra el kirchnerismo, desanimaron la intención del jefe porteño.
Durante el fin de semana, Hermes Binner salió a contestarle a Pinedo sobre la posibilidad de acercar posturas con el PRO en una reunión con Macri.
Pinedo había dicho que le parecía que el santafesino debía quedar como único candidato del antikirchnerismo.
Binner le quitó énfasis a esa posibilidad, como a la de un encuentro con Macri. El gobernador sostuvo: “Hoy se abren distintas posibilidades de acercamientos políticos. Estaré atento a todos los diálogos, pero privilegiaré los diálogos con los argentinos y argentinas y el Programa del Frente Amplio Progresista”. Sostuvo que así “la coherencia es imprescindible para construir una Argentina confiable” y que se esforzará por “consolidar” su propuesta de gobierno “con la llegada de la primavera”, en función de las elecciones generales de octubre.
En el Frente de Binner consideran que los resultados que obtuvo a presidente en los comicios primarios sólo marcan el piso de posibilidades que tiene el candidato, mientras que aprecian que no es así para Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde, de quienes los frentistas consideran que alcanzaron su techo.
Por su parte, el macrista José Torello sumó críticas a los adversarios de Cristina de Kirchner. El apoderado del PRO, en cambio, reconoció el triunfo del kirchnerismo diciendo que “a la gente le ha ido bien en el aspecto económico. Yo creo que se votó bien. No soy Fito Páez para calificar a nadie, pero creo que la gente tomó una decisión razonable”.
“Como la cosa anda bien, es difícil que haya un recambio del oficialismo, salvo que haya una oposición muy fuerte”, evaluó Torello, pero consideró que “Cristina no ganó todavía” y que “hubo algunos problemas de fiscalización”, por lo que “en octubre no va a ser el mismo resultado”.
En otro sentido, reconoció también, al hablar ante las radios, que aún “no hubo acercamientos oficiales” del PRO con otros partidos y reprochó que Macri había hecho “un llamado de unidad a la oposición para que no pase esto”, aludiendo a la amplia diferencia de votos que obtuvo el gobierno nacional con respecto a sus rivales.
Macri tiene previsto retomar el contacto con los movileros esta semana y arengar para que los candidatos que se presentaron contra Cristina de Kirchner no abandonen la campaña.