La desnutrición en el país sigue aún vigente pero un grupo de empresarios trabaja desde hace años para combatirla. Se trata dela Red Argentina de Bancos de Alimentos. Ya hay 15 en todo el país y en Rosario hay uno en pleno proceso. Alfredo Kasdorf, presidente de la entidad a nivel nacional, dialogó con El Ciudadano y confirmó que en la ciudad se podrá disponer en breve de un banco que le entregue alimentos a los organismos de bien público que necesiten la ayuda.
“La red argentina está integrada por 15 bancos en todo el país y los acompañan otros tres en plena formación: San Luis, Venado Tuerto y Rosario. Los bancos de alimentos tienen un modelo de funcionamiento que da buenos resultados en la recuperación del 35 por ciento de producción que no llega a las góndolas y que en vez de destruirse se aprovecha”. A su vez, Kasdorf manifestó que si bien hace unos meses se unió otro grupo de trabajo al banco de alimentos, no continuó con su colaboración al proyecto nacional. “Sin embargo, apoyamos la iniciativa que proviene de la red y las otras que se sumen a esta colecta, cuantos más seamos que trabajemos contra el hambre en el país, mucho mejor”, sostuvo.
La consigna consiste en recibir donaciones de alimentos que por una cuestión de packaging o fecha de vencimiento cercana, no son aptos para comercializar. Éstas son adquiridas por el banco de alimentos y entregadas a las instituciones que necesiten el aporte. “Las empresas saben de nuestra existencia, y mensualmente se pierden las ventas de muchos productos que por fallos en su etiqueta, envoltorio, o porque vencen, no pueden ir a las góndolas. Se suele pagar para que las destruyan, pero su contenido está en perfecto estado y es aprovechado por todos los que acuden al banco, es una cadena social que, afortunadamente, va en ascenso”.
Las donaciones se entregan a las instituciones civiles o escolares que brinden el servicio de alimentación, “se clasifica cada pedido, y cada recepción y se las entrega a las instituciones, no a las personas particulares”, dijo. En tanto, confió a este medio que la sede rosarina busca articular conla Intendenciapara tener conocimiento sobre los comedores existentes y dónde se necesita ayuda. “De esta manera podremos agilizar nuestro trabajo”, dijo.
Kasdorf detalló que “los bancos son un complemento de estas instituciones que les provee de alimentos entre el 30 y el 45 por ciento de la necesidad que tienen. De acuerdo a un registro que tenemos, estas entidades van retirando la mercadería semanalmente, siempre y cuando se pueda realizar la ayuda, y según la cantidad de entidades que tengamos en lista”. Asimismo se seguirá con la colecta nacional de cada segundo sábado de noviembre en supermercados adheridos a la campaña.
“En la última colecta nacional se pudo trabajar en 500 bocas de supermercados y participaron más de 4 mil voluntarios. Así que esperamos que este año tenga el mismo o mejor resultado en cuanto a la colaboración de los voluntarios y la respuesta de la gente en dejarnos su donación a la salida del supermercado donde estén los jóvenes que integran el banco de alimentos”.
Base en Rosario
Hugo Daniel Vázquez, presidente dela Asociación CivilBanco de Alimentos de Rosario (BAR), confirmó que se están ultimando detalles para tener el Banco de Alimentos en la ciudad y que ya se estuvo trabajando con el municipio y las empresas para encadenar este sistema de ayuda. “Si sale todo como esperamos, estaríamos trabajando desde mediados de septiembre. Hasta el momento hemos tratado de cumplir con todos los requisitos que debe tener un banco, como la personería jurídica y los contactos a entablar con las entidades que se verán beneficiadas por nuestra labor”.
La iniciativa de unirse al grupo nacional surgió de la agrupación Moverse, caracterizada por trabajar por la responsabilidad social empresaria. Dentro de la entidad hay una subcomisión de nutrición infantil y desde allí se contactaron con el Banco a nivel nacional.
A su vez, quien será el presidente de la entidad local señaló a este medio que la ayuda no será completamente gratuita sino que, a modo simbólico, se cobrará una especie de cuota para así recaudar algo de dinero que ayude a mantener la estructura de trabajo y “hacerlo sustentable en el tiempo”.
Según comentó, se cobrarían algunos centavos por cada kilo de comida retirado del banco. Este precio simbólico permitirá “dignificar la ayuda y aportará a cubrir algunos gastos generados en la iniciativa que agruparía a unos 50 colaboradores”.
Vázquez también adelantó que el depósito de alimentos sería el espacio que ocupó la cocina centralizada, en Felipe Moré al 900.
La debacle de 2001, puntapié inicial
Kasdorf comentó que el inicio dela Red Argentinade Bancos de Alimentos tuvo lugar en2001, araíz de la crisis nacional. Allí, se comenzó a colectar alimentos para entregar a entidades de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, basados en la idea que surgiera en los años 60.
“En Estados Unidos una persona vio a una mujer recoger alimentos en la playa de estacionamiento de un supermercado. Le preguntó qué hacía ahí y la mujer le dijo que recuperaba alimentos para su familia, fue así como este hombre se dio cuenta de la cantidad de alimentos que pueden ayudar a quienes no tienen qué comer y que, con cuidado, se pueden utilizar. Esta es una manera de tener con qué ayudar a los más necesitados”.
Sobre la iniciativa en Rosario, el presidente de la entidad argentina expresó que el deseo de tener sede en esta ciudad lleva varios años de proyecto. “Hace tiempo queremos tener una sede en Rosario. Hace poco tuvimos una fundación de banco de alimentos que trabajó muy poco tiempo. Sin embargo, es importante que existan más grupos que ayuden a los más necesitados, así que, como se llame, será bienvenido”.