«Desde el US Open que no me sentía tan triste y no lloraba un poco. Pero estoy tranquilo porque perdí luchando mucho y por muy poquito, pero ya está. Marin jugó realmente muy bien y fue un justo ganador», afirmó el número cinco del mundo.
El argentino no puso como excusa el dolor que arrastra en la muñeca derecha desde antes del certamen.
«Yo adentro puedo tener dolores o no, pero si entro a la cancha, trato de hacer lo mejor. A veces el tenis no aparece y no alcanza con la actitud, con ella pude luchar y ganar tres partidos aquí en Australia, y hoy perdí cerquita, por ese lado me voy conforme, porque di todo», explicó.
Y agregó: «Estoy triste porque no es lindo perder después de tanta lucha, él jugó realmente muy bien y uno de los dos tenía que vivir esta situación. No sé qué reprocharme porque corrí hasta lo último».
«Además ir de atrás es difícil, yo estuve dos sets a uno abajo y lo emparejé, buscando cosas por donde capaz no las había. Pero ya está. El otro día contra el estadounidense James Blake -en la segunda ronda- me tocó a mí ganar por muy poquito y hoy perdí».
Del Potro trazó un paralelo entre aquellas dos semanas «mágicas» del US Open, donde fue campeón y esta otra en Melbourne.
«Fue lindo, no lo disfruté tanto como quería, porque tenía que estar mucho con los médicos dentro del vestuario, pero la gente te hace sentir que ya sos parte de la historia del tenis».
El tandilense, último campeón del US Open y cuarto favorito no pudo repetir los cuartos de final alcanzados el año pasado en Melbourne, donde cayó ante el suizo Roger Federer.