El filósofo, ensayista y profesor universitario murió el sábado en el hospital universitario del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), donde permanecía internado desde febrero pasado. El autor de “La cosa o la cruz” y “Perón, entre la sangre y el tiempo” fue velado desde la cinco de la tarde en la sala Julio Cortázar dela Biblioteca Nacional, adonde acudieron sus amigos y familiares, entre ellos Claudia –su última esposa- junto a una de sus pequeñas hijas y su hijo Alejandro, sociólogo y escritor.
Un centenar de intelectuales y amigos, entre los que se encontraban Cristina Banegas, Ricardo Piglia Ricardo Forster, Liliana Herrero y Osvaldo Bayer, se acercaron ala Biblioteca Nacionalpara dar el último adiós al filósofo León Rozitchner, que falleció a los 87 años.
Por su parte la socióloga María Pía López, que participaba junto al pensador del espacio Carta Abierta, destacó: “Eramos muy amigos y también hicimos muchas investigaciones. Para mí León era una voz imprescindible en términos intelectuales y políticos porque tenía una capacidad crítica muy rigurosa y se atrevía a pensar contra todos los consensos”.
La cantante Liliana Herrero, amiga durante más de treinta años de Rozitchner, remarcó la entrega y calidez del ensayista: “Mi relación con él fue muy familiar. Me acompañó en momentos difíciles y yo a él. Era muy atento a lo que ocurría en la vida de cada uno. Es una voz necesaria en estos momentos, por eso su pérdida es muy profunda. Sus libros dicen todo muy claramente. Creo que se extrañará mucho su voz, como se extraña la de David Viñas. Son dos pérdidas enormes para la vida intelectual argentina”, subrayó Herrero. “Su pensamiento era denunciante, alerta, atento. Fue un amigo siempre presente en el acontecer de la vida personal. A él le gustaba mucho que le cantara una canción que se llama ‘El tiempo está después’ de Fernando Cabrera y un poema de (Armando) Tejada Gómez que canta Tersa Parodi y dice ‘Como me voy sin que mi madre me vea’”, acotó.
El director dela Biblioteca Nacional, Horacio González, acompañó en todo momentos a la familia de León Rozitchner, y dijo que el filófoso «ocupó 60 años de la vida filosófica y política enla Argentina». González, que desde temprano se puso al frente de la organización del velorio enla Biblioteca, compartió con Télam una semblanza de la vida de Rozitchner, destacó su temprana participación al grupo Contorno como así «su esperanza con la revolución cubana y, al mismo tiempo, su crítica a los hechos
armados enla Argentinaa lo que siempre se opuso».
En tanto, el filósofo Ricardo Forster sostuvo que «fue uno de los maestros del pensamiento filosófico argentino. Es muy difícil pensar la vida cultural, política e intelectual de nuestro país en los últimos cincuenta años sin la figura de León, tanto por su escritura como por su potencia como polemista», sostuvo Forster en una entrevista con Télam.
Al llegar a su velatorio, el escritor Ricardo Piglia sostuvo que la muerte del filósofo León Rozitchner «es una gran pérdida en muchos sentidos. Es toda una época de la cultura argentina, era la memoria de su propia generación», y añadió: «Si tuviéramos que definirlo quizás es el único filósofo en el sentido fuerte de la palabra y de la persistencia de un pensamiento personal», aseguró a Télam el escritor.
Mientras el escritor y periodista Osvaldo Bayer recordó al filósofo León Rozitchner, y dijo que «fue un verdadero león en todo sentido». Amigos desde la época «del primer peronismo», cuandola Universidadde Filosofía y Letras los cruzó, tanto Bayer como
Rozitchner eran miembros del «grupo de los cinco», como se autotitulaban. «Fuimos muy amigos. Lo que más recuerdo son las reuniones del grupo de los cinco cuando todos los jueves en mi casa nos juntábamos con David Viñas, Osvaldo Soriano, Tito Cossa, él y yo. Había unas discusiones tremendas, pero todo dentro de la amistad», rememora el autor de «La Patagonia rebelde». Osvaldo Bayer opinó que su amigo León fue para él un filósofo rebelde, un hombre que quería realmente el socialismo, un hombre que no aceptaba las injusticias de lo que hacía Israel con los pueblos árabes, pese a que nunca renegó de ser judío. “Un hombre que quería un mundo mejor, era un socialista», señaló Bayer a Télam. (Télam).-
