Un nuevo incidente con empujones, insultos y amenazas en un dispensario en el barrio Santa Lucía fue registrado por las cámaras de Canal 5 y dado a conocer ayer mientras una cronista intentaba hacer una nota con médicos del lugar. Las agresiones contra los profesionales sanitarios y la trabajadora de prensa –que no pasaron a mayores y ocurrieron sin motivos aparentes– se convirtieron en un testimonio visual elocuente, al ser filmadas, sobre la tensión que se vive en cada lugar de atención médica pública de la ciudad, todos los días, a toda hora, especialmente durante la noche. Tras conocerse los hechos, el municipio salió a reconocer que se está ante “un aumento de la frecuencia de situaciones violentas”. En sintonía, y tal cual lo vienen denunciando desde hace un tiempo, desde la delegación local de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) explicaron que esta clase de hechos se ha incrementado “muchísimo” y que esto no deja de preocupar, especialmente por lo complejo de la situación.
El subsecretario de Salud Pública dela Municipalidad, Leonardo Caruana, indicó que “hay algunas situaciones donde se atenta contra los equipos y otras son situaciones que se viven en los barrios que tienen relación directa con la fragmentación y la ruptura de lazos que hay entre las personas en la actualidad. Esto provoca que haya peleas entre grupos que son muy frecuentes, a partir de agresiones y de heridas de armas de fuego. Se dan diferentes confrontaciones en todos los horarios del día”.
“Estamos teniendo cada vez más situaciones que tienen que ver con hechos violentos. A estas particularmente las trabajamos con todos los actores e instituciones, porque entendemos la violencia como un problema complejo y que involucra a la salud pública, en el sentido de cómo pensar la atención y la organización de los servicios sanitarios en estos espacios donde se generan las situaciones mencionadas”, añadió.
Sobre los hechos de violencia ocurridos en el dispensario del barrio Santa Lucía mientras un grupo de médicos hacía una nota con el canal local sobre la inseguridad en la zona, el funcionario informó que hoy habrá una reunión con todas las áreas que trabajan en la zona “para poder charlar sobre la problemática. De hecho estamos hablando de un barrio donde tienen muchísima inserción las organizaciones sociales. Es más, el centro de salud particularmente tiene mucho vínculo, pero bueno: a veces es necesario otro soporte, algún otro dispositivo que ayude al trabajo cotidiano”, afirmó.
“La línea de trabajo tiene como objetivo generar, artesanalmente, soluciones a esto porque cada barrio tiene su problemática y su historia. Acá hay que apostar a la inclusión y no al alejamiento. Hay que aclarar que la inclusión no puede ser una exposición sin soporte. Ante estas situaciones lo que nosotros generamos es también espacios relacionados con la seguridad, con seguridad comunitaria, con las escuelas, con las áreas de promoción, de salud, para ver cómo se sigue el trabajo territorial pero con determinadas garantías en término de decisiones que a veces se pueden tomar en el espacio local pero se necesitan soportes más centrales”, continuó.
Por su parte, la secretaria gremial de Amra, Sandra Maiorana, analizó que la salud “no escapa a lo que está pasando en muchísimos lugares. Los hechos de agresiones se han incrementado muchísimo. Esto se nota en los centros de salud de los barrios, sobre todo en las guardias donde se ejerce todo nivel de violencia. El nivel es altísimo contra los médicos y el personal de salud en general. Hay situaciones de delitos dentro de los lugares de atención. Mucha gente ingresa, por ejemplo, para poder robar”, subrayó.
Según analizó la médica, el crecimiento en el consumo de drogas y alcohol es directamente proporcional al incremento de las situaciones violentas. “Muchas veces ingresan personas a los centros de salud en busca de drogas porque piensan que ahí las van a encontrar. También están las situaciones violentas generadas por los familiares de los enfermos, esto es algo muy frecuente también. A nivel pediatría nos encontramos cada vez con más casos de chicos golpeados y violados, con un nivel de agresión que antes no era visto y esto también tiene que ver con el grado de adicción de sus padres”, detalló.
“Estamos ante una situación que es muy difícil de resolver. No depende de un solo estamento de la sociedad, ni de Salud, ni de Trabajo, ni dela Policía, estamos ante una trama compleja formada por muchos años de familias sin trabajo, entregadas a las adicciones, desmembradas y que no ven un futuro posible. Los médicos estamos expuestos a muchas situaciones de riesgo laboral. Esto es algo que no es nuevo pero que se ha ido incrementando con el paso del tiempo”, concluyó.