Hacía tiempo que Rosario no generaba una noticia que por lo insólita terminara teniendo una amplia repercusión local, nacional y hasta internacional. El caso de la muñeca que insulta, a la venta en un comercio polirrubro de avenida del Rosario al 2900, estuvo en boca de todos el pasado 24 de agosto y a poco más de quince días del suceso las repercusiones continúan persiguiendo a Sandra Villagrán, la propietaria del negocio, quien guarda celosamente el juguete en un lugar que prefiere no revelar. Aún sorprendida por el impacto del hecho, la mujer contó a este diario que desde ese día su vida tuvo un cambio notable, con su costado positivo pero también con su contraparte negativa. Este último tiempo ha venido gozando de una “popularidad” que antes no tenía –“me han reconocido en distintas partes diciéndome «vos sos la mujer de la muñeca»”, según contó–, algo que puede considerarse como “esperable”. El tema es que también han pasado frente a su negocio personas insultándola en reiteradas oportunidades, algo a lo que ella no llega a encontrarle un porqué ni una explicación lógica.
La titular del comercio comentó quela Baby Rosemás célebre del mundo por vociferar “quiero ser tu amo, puta” al presionarle la pancita, está guardada en un lugar que no es el negocio. “Estoy haciéndome asesorar para ver los pasos a seguir. Tengo buenas ofertas pero todavía no he tomado una decisión para venderla. Igual siento algo especial por ella, es algo difícil de explicar”, comentó.
Dando a entender que hay algunos avances con respecto a un destino para la muñeca, pero sin querer revelar de qué se trata, Villagrán explicó que “quizás haya alguien interesado en comprarla para hacer una película. Sé que hay mucha gente que está interesada. La semana que viene puede haber mayores novedades”, continuó enigmática.
La repercusión mediática que tuvo el caso hizo que la cara de Sandra –multiplicada en la televisión local y nacional así como en las fotos de los distintos diarios– le otorgara una popularidad que ni ella misma esperaba y la cual tampoco se toma muy en serio. “La verdad es que se me ha acercado mucha gente, con muy buena onda. Fui reconocida en varias oportunidades. Me pasó en Falabella donde una de las vendedoras luego de mirarme un rato me dijo: «Disculpá, ¿vos sos la mujer de la muñeca que insulta, no?» y hasta me pasó en el casino una noche que acompañé a mi marido que aunque yo estaba vestida de otra manera a como suelo estar, porque soy una laburante, me reconocieron igual y eso que eran las tres de la mañana y había poca luz”, añadió.
La contracara de esa popularidad que puede considerarse como “positiva” estuvo en las reiteradas ocasiones en las cuales personas que ella no conoce pasaron frente al negocio insultándola sin ningún motivo aparente. “Así como hay gente buena, también está la gente mala que pasa insultando y uno no sabe qué cosa fue lo que realmente les molestó. Una no puede hacer otra cosa que sorprenderse cuando pasan esta clase de cosas”, relató.
Sin dudas que para Sandra y su comercio polirubro Ricardito El Paquetero hay un antes y un después a la aparición de la muñeca Baby Rose. “Realmente puede decirse eso: tuve insultos de gente maliciosa y gente con buena onda durante todo este tiempo”, aclaró.
Sobre si la aparición del juguete había mejorado las ventas en el local, la mujer aseguró que las mismas no han variado tanto desde el hecho. “Una vez pasado el Día del Niño seguimos vendiendo como siempre, no hubo mucha modificación. Sí nos pasó hace poco que una mujer entró al negocio para comprar platos. Yo vi que me miraba, alejaba la vista y volvía a mirarme. Una vez que se los estaba envolviendo para que los lleve no aguantó más y me dijo: «¿No putearán, no?»”, contó.
A la hora de darle un marco a la repercusión que tuvo la noticia, Sandra contó que una integrante de una familia amiga de ellos que vive en México la llamó a la hija para decirle: “¿Qué pasó con tu mamá?”. La cuestión era que la noticia de la muñeca que insultaba había salido en un diario de ese país, a miles de kilómetros de Rosario.
Cabe recordar que el último Día del Niño un papá le regaló esta muñeca a su hija pero la terminó devolviendo a los pocos días porque al presionarle la pancita salía una grabación que decía: “¡Hola! ¿Cómo estás?, te quiero, quiero ser tu amo… puta”. Semejante sonido despertó la indignación de los padres de la nena quienes la devolvieron al negocio de la zona sur de la ciudad. El propio fabricante del juguete –del Gran Buenos Aires– no podía salir de su asombro cuando se enteró por los medios y reconoció que “si esto pasaba la semana anterior, en vísperas al Día del Niño, nos hacían un desastre”.
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