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¿De qué necesitamos redimirnos?

La redención no es un hecho que suceda al final de nuestra vida en la Tierra.

Continuando con el tema Redención que comenzamos la semana pasada, les presentamos el siguiente artículo:

¿De qué, exactamente, necesitamos redimirnos? De haber caído en la trampa oscura del mundo material, que confunde nuestra busca de sentido. De una vida sin objetivos. De nuestras dudas y temores.

Di-s nos creó, a cada uno de nosotros, con una chispa divina que, cuando es cultivada, nos permite iluminar la oscuridad y avanzar. ¿Cómo se cultiva esta chispa? Reconociendo la fortaleza que hay dentro de nuestra alma. Alzándonos por encima del yo y reconociendo una fuerza absoluta que es mucho más grande que uno mismo. Siendo una persona que da. Y llevando una vida virtuosa. Y sobre todo, comprendiendo que en medio de la oscuridad puede hallarse realmente una luz, que le dará un sentido infinito a cada acto de virtud.

La redención no es un hecho que suceda al final de nuestra vida enla Tierra; es un proceso acumulativo que empieza al comienzo de nuestras vidas, y cada acto de bondad nos lleva un paso más cerca de completar el proceso. La redención significa un fin a la oscuridad y la confusión; significa el advenimiento de la armonía.

¿La redención es un milagro? No. Es así como debieron suceder siempre las cosas. ¿Pero cómo podemos estar seguros de que seremos redimidos? Después de todo, cuando miramos a nuestro alrededor, el mundo parece muy lejos de la redención. Abundan el egoísmo y la oscuridad.

La respuesta, por supuesto, es que Di-s nos dijo que sería así. Hagámonos una pregunta muy simple: ¿Por qué luchamos por vivir una vida plena de sentido? ¿Por qué no nos limitamos a vivir cómodamente para nosotros mismos, sin pensar en nada que no sean nuestros propios deseos y necesidades?

Somos impulsados por una paradoja, una fuerza creada por la tensión de dos opuestos: nuestro cuerpo, que representa el universo material, y nuestra alma, que representa el universo espiritual. Todo en nuestra existencia está marcado por esta dicotomía. Vivimos en un mundo que es imperfecto, y aun así buscamos la perfección. Vivimos una vida llena de dolor y dificultades y aun así nos esforzamos por alcanzar la paz y la armonía.

Lo mismo puede decirse a una escala colectiva y mundial. Desde el comienzo del tiempo, el hombre ha puesto su corazón y su mente en el trabajo de mejorar poco a poco la vida. Hemos creado nuevos sistemas políticos y económicos, hemos avanzado en la educación y la iluminación, hemos desarrollado industrias y empresas, todo en busca de una sociedad más perfecta. No obstante las extremas diferencias entre razas, naciones y creencias, los hombres de todo el planeta (seis mil millones, y sigue aumentando) buscan una vida mejor.

En una palabra, todos estamos buscando la redención. No dejemos que la palabra nos intimide; “redención” no es algo necesariamente religioso o espiritual. Redención significa liberación: liberación de los límites que confinan el espíritu humano. Ser redimido significa ser liberado de un régimen tiránico; ser liberado de un hábito peligroso o de una situación violenta; ser liberado del miedo que hay dentro de nosotros y de la confusión que enturbia nuestra visión.

De modo que todos estamos buscando la redención, usemos esa palabra o no. Algunos de nosotros experimentamos breves estallidos de liberación, pero con más frecuencia nos resignamos a vidas sin esa luz y claridad. Las cadenas de nuestra existencia parecen demasiado formidables. Estamos en un estado de encierro, de exilio; las mazmorras del mundo material nos confinan a la oscuridad.

¿Cómo nos liberamos entonces? Reconociendo que fuimos creados por Di-s (a la imagen de Di-s) y en consecuencia somos inherentemente buenos. Comprendiendo que venimos de un lugar más alto que este mundo limitado; que nuestra misión enla Tierrano es meramente usar el mundo material para nuestra propia satisfacción, sino para refinarlo y civilizarlo mediante actos virtuosos.

Sí, puede ser difícil encontrar sentido en este mundo oscuro. Creer en Di-s y experimentar a Di-s es un proceso que exige mucho esfuerzo. Pero el primer paso es simple: antes de escapar de la oscuridad, debemos reconocerla. Antes de que podamos dejar nuestro estado de exilio, debemos comprender que realmente estamos exiliados.

Encendido de velas

Shabat Ki Tetzé

11 de Elul de 5771

Encendido de las velas de Shabat:

Viernes 9 de septiembre a las 18.30

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