Casi 75 por ciento de los 700 establecimientos vinculados a la industria metalúrgica en funcionamiento se instalaron en los últimos 20 años en Rosario. En la actualidad, emplean aproximadamente a unas 30 mil personas. Las firmas son de capitales nacionales, con las excepciones de las fábricas de autopartes de alta complejidad que suministran productos para la automotriz General Motors. En su mayoría, los establecimientos se dedican a la fabricación de productos elaborados de metal. El resto se reparte entre la producción primaria de metales y productos semielaborados; y en menor medida en tratamiento y revestimiento de materiales. El sector se sostiene a partir del buen momento a nivel nacional y descansa en la capacitación permanente de sus operarios. Desde el municipio afirmaron que la industria puede crecer aún más si se postula como proveedora de los polos automotrices de Gran Buenos Aires y Córdoba. “Rosario tiene un potencial estratégico que debe explotarse”, aseguró el secretario de Producción municipal, Sebastián Chale.
De acuerdo con las estadísticas dela Secretaríade Producción municipal, en la ciudad funcionan 694 establecimientos vinculados a la industria metalúrgica, 125 se de estas –aproximadamente un 17 por ciento– se dedican a la producción primaria de metales y a productos semielaborados, mientras que casi el 76 por ciento se dedica a la fabricación de productos elaborados de metal, y solo poco menos del 6 por ciento de las actividades se enfocan en el tratamiento y revestimiento de materiales. Con respecto a las especificidades de los rubros, un 41 por ciento de los establecimientos se dedican a la laminación, estirado, cortado, doblado y plegado de chapas; otro 28 por ciento a la industria básica de hierro y acero; un 23 por ciento que fabrica productos primarios de metales no ferrosos y distintos procesos; y tan sólo un 8 por ciento realiza fundición en altos hornos y acerías, produciendo lingotes, planchas o barras de dichos materiales.
Según Chale el informe sobre este pilar de la producción de la ciudad, que dinamiza el resto de los sectores –como el de la producción de línea blanca y el sector del plástico–, marca un crecimiento sostenido y exponencial acompañado del fenómeno macro que se vive en términos económicos en Argentina.
Según confiaron desdela Asociaciónde Empresarios Metalúrgicos de Rosario, a nivel nacional la industria emplea unas 150 mil personas, de las cuales entre un 15 y 20 por ciento corresponde al Gran Rosario. “Sabemos que a partir de la especialización y la naturaleza de su tarea son proclives a respetar las condiciones de trabajo en blanco”, calificó Chale.
Según el informe del municipio –que utiliza la base de datos del Derecho al Registro de Inspección (DReI)–, en el periodo comprendido entre 1990 y 1999 comenzaron a funcionar 183 establecimientos, lo que representó un crecimiento del 35 por ciento del sector. Desde 2000 en adelante, siempre según los registros del Drei, continuaron abriéndose fábricas, en su mayoría de servicios industriales –con menor requerimiento de inversión inicial– como plegado de chapas y tratamiento de superficies. En particular, la fabricación de piezas para herramientas y maquinarias.
Del total de las empresas, sólo un ínfimo porcentaje responde a capitales extranjeros y se dedican a la producción de autopartes de alto nivel, tales como amortiguadores o llantas de aleación.
En sintonía, el director ejecutivo dela Asociaciónde Empresarios Metalúrgicos de Rosario, Matías Gorosito, consideró que durante la última crisis económica las exportaciones desde la zona portuaria de Rosario y Puerto San Martín o San Lorenzo se mantuvieron en crecimiento. “En promedio, están trabajando a un 75 por ciento de su capacidad productiva. Si bien hay fábricas que lo hacen al 100 por ciento, otras tiran el promedio abajo. Para expandirse, sobre todo en un año eleccionario, los empresarios son temerosos de tomar los créditos que están en la calle a pesar de que desde la llegada de este gobierno la industria a nivel nacional ha crecido mucho”, apuntó el metalúrgico.
Estirar la buena racha
A pesar del alentador panorama, Chale sostuvo que existe un rubro de la metalúrgica que puede crecer aún más: las autopartes de alto valor agregado y especialización. “Rosario tiene un potencial que con intervención nacional y provincial para convertirse en un lugar que aloje al sector de autopartes del país. Su ubicación no sólo es cercana a uno de los polos productivos más importantes –General Motors en General Lagos– sino que también es equidistante de los otros dos centros de producción automotriz, Gran Buenos Aires y Córdoba”, explicó. De acuerdo al funcionario, las automotrices registran un fuerte déficit a partir de importar partes para motores de Brasil, por ejemplo. “Este cambio generaría el desarrollo de nuevos proveedores en Rosario”, agregó Chale.
Entre las medidas fundamentales para mantener el crecimiento del sector, el secretario de Producción referenció, siempre a escala municipal, habilitar programas de financiamiento a través del Banco Municipal para aquellas empresas en expansión. En segunda instancia, generar nuevos espacios –parques industriales– para que las empresas en crecimiento puedan expandirse. Por último, es necesario rediseñar la capacitación y educación –Recursos Humanos– mediante un proyecto, y buscan financiación del Banco Interamericano de Desarrollo para instalar un sistema de capacitación local con sede en el Parque Industrial Rosario Oeste.