Los deportistas son ejemplos de perseverancia, sacrificio y un estilo de vida emparentado con la buena salud.
Pero para que esto suceda mucho tienen que ver los entrenadores y preparadores físicos.
En la historia de todas las actividades son varios los personajes que se vieron involucrados en casos de dopaje; atletismo, fútbol y pesas, algunas de las especialidades más polémicas.
La instructora y ex culturista Vanesa González Tuero habló con El Hincha y repasó su experiencia.
“Empecé el físicoculturismo acompañando a una amiga al gimnasio. Siempre fui exigente, pero nunca llegué al extremo. Nunca tomé anabólicos”, fue la presentación contundente de González Tuero. Y agregó: “Del culturismo recato la alimentación y el estilo de vida. Es hacer arte con el cuerpo”.
Esta deportista todo terreno estuvo arriba de los escenarios entre 2002 y 2005 y allí aprendió los secretos de la competencia: “Me divertí mucho. En este deporte no sabés contra quien te enfrentás hasta 15 minutos antes de la competencia, me ha tocado enfrentar a campeones argentinos en una primera rueda, pero ellos tenían otros objetivos. Yo lo vivía de manera sana, no viví la competencia directa”.
La decisión de dejar el físicoculturismo tuvo varios motivos, uno de ellos el económico: “Sabía que a nivel internacional no iba a llegar porque económicamente no podía costear los gastos, gané poca plata con el deporte. Me costó dejarlo porque me gustaba el estilo de vida”.
González Tuero se metió en un terreno poco explorado por los amantes de los aparatos y la gimnasia: los roles de los preparadores físicos y entrenadores. “Los entrenadores me armaban como varón y yo no quería. Siempre fui femenina, no perdí la línea de mujer”. Y comentó: “Logré que las culturistas no se vean tan masculinas”.
Sobre esto, González Tuero fue directa: “El hecho de ser físicoculturista lleva a la mujer a creer que todo pasa por los músculos y dejan de lado lo importante, que es seguir siendo mujer, fisiológicamente los cuerpos de un hombre y un mujer son completamente diferentes”.
Siguiendo con la otra parte de la preparación González Tuero denunció: “Me ofrecieron anabólicos en un gimnasio y dije que no. Lo mío era para verme bien, por una cuestión de salud. Entrenaba todos los días una hora y media, sin ´matarme`”.
Una vez finalizada su experiencia con la musculación, la instructora reconoció: “Engordé entre 7 y 8 kilos porque seguía comiendo lo mismo pero sin gastar energía, entonces empecé a bailar salsa y a correr maratones”.
De esa manera, González Tuero abrió otra puerta en la practica activa del deporte y afirmó: “Siempre encaré todo desde la salud y no de la competencia. Disfrutando las cosas, sin presionarme”.
El primer maratón que corrió lo hizo con un grupo de 16 amigos que hasta el día de hoy se mantiene: “Ahora nos vamos a correr a Buenos Aires, empezamos a ponernos metas cortas, reales, es lindo ver como uno va mejorando sus tiempos”.
Además de ser PF, González Tuero estudia medicina y está en tercer año. Por eso, quizás, toda actividad que desarrolla lo hace desde el costado de la vida y no de los triunfos.
“Siempre asesoro desde la salud, y vuelco mucho de mi experiencia”, dijo.
Como si todo esto no fuera suficiente, la atleta dedica varias horas de su día al instituto de pilates Jüva (9 de Julio 1522) que abrió hace un año y medio y ya cuenta con 135 alumnos. “Es un complemento más, es muy lindo porque lo pueden hacer todas las personas desde los 8 años hasta los90”.
“Pilates es un técnica que hace muy bien al cuerpo, sirve para aquellos que no pueden o quieren hacer fuerzas o necesitan tonificar alguna parte del cuerpo en especial”.
Por último, González Tuero dejó en claro cuáles son sus objetivos: “Todo lo que encaro lo hago porque estoy convencida, porque lo disfruto, sino me dedicaría a otra cosa”. Y cerró con una frase que resume lo antes mencionado: “La meta es encarar el deporte desde la salud porque el cuerpo es el que te lleva toda la vida, tenés que llevarlo de la mejor manera posible. Es nuestro envase”.