Israel aprobó ayer un plan para construir 1.100 nuevas casas para judíos en la parte oriental de Jerusalén que los palestinos reclaman como su futura capital, medida que incrementa tensiones que ya se habían elevado por el pedido a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que proclame un Estado palestino. Inmediatamente, la dirigencia palestina calificó la decisión hebrea como un rechazo a la proposición que el Cuarteto para Medio Oriente (constituido por la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia) realizó el pasado viernes para reanudar las conversaciones de paz.
El anuncio sobre nuevas construcciones llegó horas después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazara congelar la expansión de las colonias y de que diputados de derecha le pidieran que anexe los asentamientos de Cisjordania en represalia por el pedido palestino ala ONU.
Pese al rechazo palestino, de Estados Unidos y otros gobiernos, el Ministerio del Interior israelí anunció haber dado luz verde a la construcción de las viviendas en Guiló, un enclave israelí en el sudeste de Jerusalén que resoluciones dela ONUy fallos judiciales internacionales consideran una colonia ilegal.
La decisión atenta directamente contra los esfuerzos de mediadores internacionales para convencer a los palestinos de que reanuden conversaciones de paz con Israel y desistan de su plan de que el Consejo de Seguridad dela ONUreconozca a Palestina como Estado de pleno derecho, según analistas.
El negociador jefe dela Autoridad NacionalPalestina (ANP), Saeb Erekat, dijo que el proyecto de construcción de 1.100 viviendas, en una zona del sur de Jerusalén ocupada en 1967 y reivindicada por los palestinos, es la “respuesta de Israel” a la última propuesta del Cuarteto para Medio Oriente para reiniciar las negociaciones de paz.
En un comunicado, Erekat “condenó” la decisión israelí y la calificó de “golpe a todos los esfuerzos internacionales para proteger las diluidas perspectivas de paz en la región”.
El pasado viernes, el Cuarteto llamó a Israel y a los palestinos a volver a la mesa de negociaciones antes de un mes, con el objetivo de lograr un acuerdo en el plazo de un año.
La demanda fue hecha poco después de que los palestinos sometieran formalmente su solicitud de que el Estado de Palestina pase a ser miembro de las Naciones Unidas con plenos derechos, a pesar de las objeciones y la enconada campaña en contra por parte de Estados Unidos e Israel.
“Pensamos que ayer Israel ha respondido a la declaración del Cuarteto, que llamó a ambas partes a suspender las acciones unilaterales”, dijo Erekat.
“Con esto, Israel responde al Cuarteto con 1.100 «No»”, agregó el principal negociador palestino.
Erekat añadió que la aprobación del plan israelí podría servir para despertar a los países que se oponen a que el Estado de Palestina pase a ser miembro de las Naciones Unidas.
Las conversaciones de paz están suspendidas desde septiembre de 2010 y después de haberse reanudado brevemente, cuando expiró una moratoria israelí parcial de la construcción en las colonias en los territorios palestinos ocupados. Israel rechazó renovar la moratoria y los palestinos afirmaron que no reanudarían las conversaciones mientras Israel siguiera extendiendo la colonización, una posición que el presidente Mahmud Abbas reiteró el pasado domingo. El Consejo de Seguridad comenzó a debatir anteayer a puertas cerradas la solicitud presentada el viernes pasado por el presidente palestino, Mahmud Abbas, para que el órgano Ejecutivo de la ONU reconozca un Estado palestino.